La pesca comercial en Corrientes se ha visto actualmente afectada debido a la creciente del río. La Cooperativa de Comercialización y Consumo para Pescadores Malloneros de Corrientes Ltda., manifestó que hay escasez de pescado y la pesca es mínima hasta que el agua se estabilice.
“En la zona el tema de la pesca comercial -que es la que nos dedicamos nosotros- está un poquito quieta por el tema de la creciente del río, y lo que sale es muy poco. Estamos subsistiendo hasta que se pueda estacionar el agua, hay mucha gente inundada y no pescan por lo peligroso que está el río. Hay una creciente muy importante en el río Paraná y eso perjudica la actividad”, manifestó el presidente de la entidad, Felipe Martínez, en diálogo con Radio Empresaria (Florencio Varela, Buenos Aires).
Manifestó que los pescadores “golondrinas” o “deportivos” están afectando la pesca porque pescan en grandes cantidades. “En estos momentos abundan pescadores y acopiadores golondrinas que aparecen en oportunidades cuando hay mucho pescado. Ellos afectan a nuestra pesca. Nosotros tenemos permitido pescar, tenemos sectores del río Paraná para pescar de manera comercial, otras zonas las tenemos prohibida. Respetamos la zona para conservar las especies. Pero el pescador deportivo es prácticamente comercial porque salen con la lancha pescan todo lo que pueden y se lo llevan. La dirección de recursos naturales no cuenta con mucha gente, la extensión del río es muy larga y no da para poder controlar todo, los deportivos pescan mucho y no les llega la regulación”, denunció.
La pesca que se realiza desde la Cooperativa es con redes de arrastre. “Comercializamos dentro de la provincia. Para comercializar en otra provincia, acá en Corrientes hay una legislación que dice que solo podemos mandar a frigoríficos habilitados, estos están en Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, pero muy pocos comercializan pescado, entonces el frigorífico te maneja el precio y es muy por debajo de lo que se puede sacar acá en la provincia. En Corrientes podemos sacar mejor ganancia”, agregó Martínez.
La Cooperativa tiene alrededor de 50 socios y cuenta con 2 cámaras frigoríficas que ayudan a maximizar los beneficios para la comunidad. El Portal de las Cooperativas señaló que, demás de la pesca comercial, proporcionan este servicio de refrigeración y de comercialización para toda la producción. “Hacemos el acopio, conseguimos el trasporte y lo vendemos. Lo hacemos con precinto con todos los papeles y habilitación que corresponde para comercializar tranquilos”, detalló el referente.
El surubí es la especie más comercializada, pero su pesca se ha reducido debido a la creciente. “Nos impacta en la tarea, se torna peligroso salir a tirar las redes, estamos pecando lo justo y necesario mayormente de día para poder ver. La creciente arrastra ramas de árboles, se puede perder la red y la embarcación. Por lo sucedido se mantuvo quieto el río y no hay tanto surubí para pescar. El surubí es la especie que más se comercializa. Para la pesca comercial solo están habilitados dos especies además del surubí, y una de ellas es el pacú que está en peligro de extinción, así que ya no se lo ve tanto. Tenemos restricciones para sacar ciertas especies, por ejemplo el dorado está prohibido sacarlo y matarlo”, explicó Martínez.