En un tiempo de muchas incertidumbres y preocupaciones por la situación económica, social y política que atraviesa el país, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, resaltó la necesidad de proteger a los sectores más vulnerables, celebró los gestos de solidaridad en la comunidad y recordó que la primera responsabilidad del Gobierno es cuidar a los habitantes del país.
"La gente sigue luchando para tratar de sobrevivir y eso es una señal muy positiva, aun cuando en medio de esa lucha –que no es de esta semana ni de tres semanas atrás, sino que venimos décadas donde sectores–, grupos humanos de hermanos y hermanas padecen mucho las carencias y las limitaciones económicas", señaló.
El prelado destacó que, a pesar de la pobreza que actualmente golpea al 40 por ciento de la población, la sociedad más afectada no solo no baja los brazos, sino que los tiende a quienes más necesitan. "Hay gestos realmente conmovedores de solidaridad. No lucha cada uno para salir adelante por sí mismo, sino que hay ejemplos, hay conductas muy de alabar de solidaridad. A eso tenemos que dar respuesta y esperamos que el gobierno que asumió ahora lo lleve a cabo porque su primera responsabilidad es cuidarnos", resaltó.
"La gente sigue luchando para tratar de sobrevivir y eso
es una señal muy positiva"
ANDRÉS STANOVNIK
ARZOBISPO DE CORRIENTES
Dijo además que los primeros días del gobierno de Javier Milei y las medidas anunciadas generan preocupación, pero al mismo tiempo esperanza. "Ojalá que las medidas que se vayan implementado tengan perspectivas de futuro positivas y que, a medida que se instrumenten, se cuiden a los sectores más sufridos".
Gratitud y compromiso
A días de que inicie un nuevo año, el arzobispo envió un mensaje a toda la comunidad católica instando a agradecer.
"Para el año nuevo, dos palabras: gratitud, que va unida a la esperanza, y compromiso con el que tengo al lado, principalmente el que más necesita", instó.
"Cuando uno mira para atrás, sea la propia vida o la que uno comparte con los demás, lo primero es necesario cultivar o tratar de emerger desde adentro es la gratitud, porque si uno no agradece es muy difícil que para adelante tenga esperanzas ciertas, no deseos fantasiosos, sino reales. Los cristianos miramos a Dios que se revela a Jesús", señaló.
"Eso nos permite también aprender que lo primero que tenemos que hacer es agradecer, pero no es un agradecimiento ingenuo, no es decir que todo estuvo bárbaro y que ahora seguimos adelante, sino agradecer las cosas buenas en primer lugar, eso a uno le cambia el corazón y la mirada hacia adelante", agregó.
Además, instó a "no dejarse llevar por la amargura, que es sinónimo de veneno. El que es amargo amarga a los demás, el que es agradecido agradece a los demás y crea lazos", dijo.
La juventud
Stanovnik tuvo un párrafo aparte para parte de la juventud, no adepta a formar parte de ciertas instituciones.
"Los jóvenes son mucho menos proclives y están menos dispuestos a cumplir determinados requisitos que tengan que ver con la institución. Les cuesta descubrir que la institución es un espacio vivo de contención de una comunidad, de cualquier comunidad humana que madura sus vínculos y se institucionaliza, si no no puede caminar armónicamente", dijo.
"Los jóvenes, por la cultura y por cómo los van formateando son más reacios que otras épocas a esta integración a una institución, en este caso a la iglesia y a las iglesias en general", agregó.
