Ramón Moncho Güenaga, el protagonista de esta historia, comenzó su viaje el lunes de la semana pasada en Curuzú Cuatiá y llegó ayer a Itatí. Peregrinó más de 400 kilómetros para pedir y agradecer a la Virgen.
«Fueron ocho días de viaje, con tres personas», comentó Ramón en diálogo con un medio radial capitalino. Y agregó que su primera vez fue hace 40 años sin ningún tipo de apoyo. «Siempre que hago estos viajes, los hago con pocas personas, nunca más de cuatro», precisó sobre la logística que conlleva cabalgar más de 400 kilómetros, desde Curuzú Cuatiá hasta Itatí, en la provincia de Corrientes.
«El viaje nació para agradecer a la Virgen de Itatí. Tuvimos una misa en la Basílica y ahora emprendemos la vuelta», indicó.
Consultado sobre las particularidades de este hecho en pandemia, Ramón contó que decidieron tener el apoyo de una camioneta. «Pero generalmente nunca lo traemos. Como ahora la situación es distinta decidimos viajar de esa manera», relató.
Ramón contó el motivo por el cual estas tres personas decidieron ir a la Basílica. «Un joven de Mercedes tuvo la idea de venir para agradecer una cuestión personal y se contactó conmigo. Yo tengo una sobrina que está complicada de salud, y decidí acompañarlo para pedir por ella».