La capilla de adoración eucarística perpetua de la Iglesia Catedral “Nuestra Señora del Rosario” celebró el cuarto aniversario de la apertura de este espacio de oración frente al Santísimo Sacramento. Los festejaron con 24 horas, una conmovedora caravana de vehículos con el santísimo por las calles y una vigilia de adoración y alabanza, durante 24 horas y una santa misa de acción de gracias, presidida por el vicario general de la Diócesis de Goya, presbítero Licenciado Juan López.
Los festejos del aniversario consistieron en una vigilia de adoración y alabanza, una extensa caravana de vehículos por diversas comunidades, una santa misa de acción de gracias y una procesión eucarística con las que se dio gracias a Dios por semejante don para la comunidad parroquial.
La adoración eucarística es una práctica piadosa difundida en todo el mundo, que consiste en alabar la divina presencia real de Jesucristo, Dios y hombre verdadero, en la Eucaristía. En el mundo, existen variadas congregaciones e instituciones eclesiales dedicadas a difundir esta oración.
El rector de la Iglesia Catedral, destaco la significación de la conmemoración que se realizo en el marco de la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, al inicio de la celebración eucarística comento que luego de la participación en la caravana, que “se realizo con mucho respeto” aunque aclaro hace cuatro meses no se puede abrir la capilla de Adoración en Goya.
Destaco que “hubo notas muy emotivas” notándose a la gente que “tiraba besos a Jesús Eucaristía, se ponían de rodillas y extendían sus manos como gesto de recibir la bendición” y conto que se conmovía al ver “a las madres que explicaban a sus niños quien era el que iba ahí, no era un santo, no era una estampa, sino Cristo vivo, viviente, es decir, el pan vivo y, esto es Jesús Eucaristía para nosotros” al tiempo que agradeció a los organizadores, al equipo de animación, especialmente al coro juvenil de la comunidad de La Medalla Milagrosa, al joven que puso a disposición sin cargo el sonido y la colaboración de los inspectores de la Dirección de Tránsito Municipal, entre otros.
En la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo “estamos cerrando el año litúrgico” y anticipo que la semana que viene comienza el Tiempo de Adviento, por eso “celebramos a Cristo rey, el Señor de la Historia, el Señor del Universo a quien pertenecemos, porque el nos ha ganado a precio de su Sangre” comenzó.
“Cristo es nuestro Señor y, nosotros vivimos la alegría por eso proclamamos el gozo de pertenecer a él. Somos de él por el bautismo y nos da el don del Espíritu Santo, para vivir una configuración con Cristo, que es un sello de pertenencia y de esa manera aceptando la invitación a la misión y envío que tenemos en la Iglesia” remarco el párroco.
“A los cristianos se nos tiene que notar que recibimos el Espíritu Santo” afirmo y continuo mas adelante remarcando que “se nos tiene que notar que somos cristianos”.
Dijo que los temores propios de esta pandemia “vivimos por Cristo y con Cristo” y revelo que, llevando la custodia con el Santísimo Sacramento, “pensé que la gente iba a estar en otra cosa, pero vi mucha gente que aplaudía y tiraba besos al Señor, se ponían de rodillas en las veredas calientes y duras, frente a sus domicilios y saludaban a Jesús”, entonces “notamos que no es un desconocido, sino el Pan Vivo y Viviente”.
“Su reinado es de justicia, amor, paz no dominio ni de fuerzas que se impone sobre los demás, sino el servicio y entrega hacia los demás” planteo.
Remarco que celebrar la fiesta de Cristo Rey, vemos que “Cristo se manifiesta soberano del mundo naciendo en un pesebre y, nos desconcierta, como también nos desconcierta su reinado en la Cruz” así también en “la ultima cena nos enseño cual es su reinado y cuál es su mesianismo”.
“En el misterio de la Eucaristía es el dueño y soberano. Nuestro Rey quiso quedarse en un misterio tan simple, en nunca donación de amor tan simple como es el misterio de la eucaristía que vamos a celebrar” y en esa línea reitero “nos desconcierta la elección de un Dios por su donación” y animo a “entender el reinado de Cristo, nos dice el que quiere ser grande que se haga servidor”.