En Navidad el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, visitó la Fazenda de la Esperanza, en donde presidió una misa y participó de un compartir fraterno con las jóvenes que se recuperan de las adicciones a las drogas. En la diócesis de Goya, la Fazenda femenina de la Esperanza "Nuestra Señora de Itatí", está situada a dos kilómetros de la entrada norte de Santa Lucía, departamento de Lavalle, en la Provincia de Corrientes.
"Fazenda de la Esperanza" es una asociación de fieles reconocida por la Iglesia católica que se dedica principalmente a la recuperación de jóvenes químico-dependientes. Su historia fundacional se remonta a Nelson Giovanelli, quien se acercó a un grupo de jóvenes que consumían y vendían drogas cerca de su casa.
Durante la celebración eucarística, monseñor Canecín dijo que celebramos el nacimiento de Jesús, que se manifiesta como "Dios para todo el género humano".
El obispo diocesano invitó a contemplar “a un Niño pequeño, nacido de una madre Virgen, que fue concebido por obra y gracias del Espíritu”, y exhortó a contemplarlo, “recostado en el pesebre, expresión plena del amor de Dios para con la humanidad”.
Resaltó a María, que es “la máxima expresión de Madre”. En efecto, “ella, con su expresión de apertura y de docilidad, hizo viable y posible que Dios entre en la historia y nos ofrezca su amor”.
“Cuando nosotros somos capaces de recibir lo que Dios en Jesús nos ofrece -señaló el obispo- , poco a poco vamos viviendo lo que Dios quiere y, también, nuestras vidas deben ser un ofrecimiento de amor a los demás”.-