Vladimir Kara-Murza lleva muchos años criticando la situación de los derechos humanos en Rusia. Y le ha salido muy caro: en 2015 y 2017 sobrevivió a dos intentos de envenenamiento y ahora ha sido condenado a pasar los próximos 25 años en la cárcel.
En abril de 2022, Vladimir fue arrestado cerca de su casa en Moscú. Le acusaron de “alta traición”, “difusión de información falsa sobre las Fuerzas Armadas” y “cooperación con una organización indeseable”. Pero el motivo real de su detención y condena es otro: su activismo y el contenido de sus discursos, en los que ha criticado la invasión rusa de Ucrania, y su participación en el grupo de oposición política Rusia Abierta.
“Sé cuál va a ser mi sentencia. Lo sabía hace un año, cuando vi por el espejo retrovisor de mi automóvil unas personas con uniformes y máscaras negras. Es el precio que hoy se paga en Rusia por no guardar silencio. Pero también sé que llegará el día en el que se disipará la oscuridad que ahora envuelve nuestro país”. Vladimir Kara-Murza.
La lista de víctimas de la represión de la libertad de expresión en Rusia parece interminable: activistas como Aleksei Navalny o Ilia Yashin, periodistas como Marina Ovsyannikova o Maria Ponomarenko, o personas corrientes como Viktoria Petrova, detenida por publicar imágenes contra la guerra, son claros ejemplos de cómo en los últimos dos años, el gobierno ruso ha intensificado su caza de brujas de organizaciones opositoras y de la sociedad civil.
Ninguna persona crítica, defensor o defensora de los derechos humanos o periodista independiente está a salvo de la amenaza de persecución, represalias y represión en Rusia. Vladimir Kara-Murza está en la cárcel sólo por ejercer su derecho la libertad de expresión.
Firma y enviaremos un correo electrónico en tu nombre a Krasnov Igor Viktorovich, el Fiscal General de la Federación Rusa, quien puede anular la condena y poner en libertad de inmediato a Vladimir Kara-Murza.