El calendario planteado por el canciller alemán, Olaf Scholz , que tras destituir a su ministro de Finanazas anoche pretende somenterse a una moción de confianza el 15 de enero y, en caso de no superarla, convocar elecciones anticipadas a finales de marzo, no es aceptable para la oposición conservadora, la CDU, que según todas las encuestas ganará las próximas elecciones con alrededor del 30% de los votos. Su líder, Friedrich Merz , comunicará en una reunión con Scholz que tendrá lugar hoy mismo su exigencia de una convocatora anticipada de elecciones para principios de año. «La coalición semáforo es ya historia», ha dicho Merz, «hay mucho trabajo por hacer en el país, importantes conferencias internacionales que atender, y no podemos permitirnos el lujo de tantos meses con un gobierno bloqueado». «Estamos a disposición del canciller para conversaciones», ha respondido Merz a la invitación que ayer mismo, apenas unos minutos después de hacer estallar su Gobierno, formuló el propio canciller Scholz, pero sin dejar de subrayar que «hay tiempo más que suficiente para convocar ya las elecciones, para que se preparen las campañas y para devolver cuanto antes a Alemania la normalidad institucional». Merz es respaldado en esta exigencia por todos los barones de la CDU. «El gobierno de Olaf Scholz ha fracasado. El semáforo deja tras de sí un montón de piezas rotas y tareas sin resolver», ha escrito por ejemplo el alcalde de Berlín, Kai Wegner , en redes, «nuestro país ya no puede darse el lujo de seguir por este camino. Nuestro país necesita nuevas elecciones ahora».Noticia Relacionada estandar Si Los caballos de Troya de Putin en la UE entran en parlamentos y gobiernos Rosalía Sánchez | Corresponsal en BerlínEste adelanto electoral, con un convocatoria en enero, daría al traste con la hoja de ruta de Scholz, que esperaba apuntalar su gobierno en minoría, hasta marzo, con el apoyo de un trásnfuga liberal desvelado a última hora. Tras la destitución del ministro de Finanazas, Christian Lindner , que tomó anoche por sopresa a su Partido Liberal (FDP), el líder del grupo parlamentario del FDP, Christian Dürr , anunciaba de madrugada que los cuatro ministros liberales se retirarían en bloque de la «coalición semáforo». Uno de ellos, sin embargo, estaba recibiendo en privado a esa misma hora por parte de la dirección del Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz, la invitación expresa para permanecer en el gabinete. Se trata del ministro de Transportes, Volker Wissing , con el que el canciller deseaba seguir contando en el Gobierno. A primera hora de la mañana, Wissing ha anunciado que acepta esa invitación y que, en consecuencia, abandona su membresía del FPD y permanecerá como ministro independiente porque no quiere ser «una carga» para los liberales. «No me estoy distanciando de los valores básicos de mi partido», ha aclarado en una breve declaración, en la que Wissing ha descrito este paso como una «decisión personal mía, que corresponde a mi idea de asumir la responsabilidad». Wissing ha recordado que en las últimas semanas había dejado clara su posición en repetidas ocasiones sobre la continuidad de la coalición semáforo y criticado indirectamente el comportamiento de Lindner . Con respecto al semáforo en el Gobierno federal, ha «discrepado de muchas cosas», «sobre todo no de la forma en que se luchan posiciones polémicas en lugar de tender puentes». Se necesitan diferentes posiciones, pero también voluntad de compromiso, ha dicho, «para mí, ese es el objetivo de la política».También el partido hermano menor bávaro de la CDU, la Unión Socialcristiana (CSU), exige a Scholz la convocatoria de elecciones inmediatas. El presidente regional de Baviera, Markus Söder , ha invitado a somenterse a un voto de confianza en el Bundestag de inmediato. «Los semáforos son historia. Ahora no hay tiempo que perder», ha dicho, « Alemania necesita ahora nuevas elecciones y un nuevo gobierno rápidamente y no debería haber retrasos tácticos». El grupo parlamentario conjunto CDU/CSU lleva reunido desde las ocho de la mañana para determinar la nueva estrategia, y el Presidium de ambos partidos discutirá el nuevo desarrollo en una reunión que comienza a las diez.En cuanto a la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) que, de acuerdo a las actuales encuestas, sería el segundo partido más votado si se celebrasen ahora mismo elecciones, saluda el final del semáforo como una «liberación para Alemania». El partido ha acogido con agrado la ruptura de la coalición. «Debería haber sucedido mucho antes, antes de llevar al país al abismo económico», ha declarado su líder, Alice Weidel , «después de meses de estancamiento e innumerables sesiones de terapia centradas en si mismos, ahora necesitamos rápidamente un nuevo comienzo político fundamental para sacar a la economía y a todo el país de esta grave crisis». La fuerza de extrema izquierda, Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) califica el cronograma planteado por Scholz como un «retraso político en la insolvencia» y critica que Scholz debería haber aprovechado anoche «para pedir disculpas a los ciudadanos por los últimos tres años». «La lucha por los puestos a la izquierda del centro está en marcha, y eso es bueno», es la posición del partido, «la izquierda avanzará desde atrás y traerá un nuevo viento de izquierda al país, han firmado los líderes del partido Ines Schwerdtner , Jan van Aken y los presidentes del grupo del Bundestag, Heidi Reichinnek y Sören Pellmann .