Hace 37 años dejaba este mundo Federico Moura, cuya partida causó una verdadera conmoción en el ámbito cultural, periodístico, familiar, y social. Por ese entonces el SIDA hacía estragos y el cantante de Virus se convertía en la primera víctima del Rock Nacional en morir por tal causa, al menos en forma oficial. Al los pocos días, en la disco «La Casona de Lanús», Soda Stereo, de la mano de su gran amigo Gustavo Cerati le rendía un emotivo homenaje a Federico, junto a los hermanos Julio y Marcelo Moura con quienes interpretaron Wadu Wadu.
Sofisticación, elegancia, glamour, inteligencia, carisma, vanguardia, son algunos de los tantos calificativos con los que se pueden definir a Federico Moura quien tenía la gran virtud de tener un concepto integrador de lo que es el arte. De hecho fue un avanzado estudiante de arquitectura, entre otras actividades relacionadas con lo artístico que desarrolló a lo largo de su efímera vida física. También tuvo su propio negocio de ropa en el que él mismo diseñaba, confeccionaba y vendía.
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Para Federico, era tan importante la música como la imagen y los movimientos, el baile, en una época en la que el Rock Nacional no le daba mucha relevancia a esas cosas. Es por eso que en ese sentido Virus fue un grupo pionero, también por haber sido quien trajo la new wave (nueva ola) a la Argentina, cuyos mayores referentes a nivel internacional eran bandas como The Police, Duran Duran, The Cure, Depeche Mode, New Order, Blondie y Talking Heads, entre otras.
En un comienzo la propuesta artística de Virus fue resistida por el público pero la firmeza y entereza de la banda, que al principio padeció ese rechazo inicial un par de años, se sobrepuso. Gracias a esa resiliencia, finalmente el grupo logró la merecida aceptación, luego el reconocimiento y posteriormente la consolidación nacional e internacional que lamentablemente Federico no logró disfrutar por mucho tiempo, porque su enfermedad se lo llevó muy tempranamente.
«Lo incierto me mantiene vivo», dijo alguna vez y esa expresión cobra más relevancia que nunca a la hora de recordarlo en un nuevo aniversario de su paso a la inmortalidad.