Por Daniel Caran
Parece irreal la imagen, y más allá de los impulsos cambistas que vienen dándose en todo sentido, lo observado termina siendo una situación concreta a tiempos de postergación y errores.
Colombi y Ríos compartieron acto público y no sólo eso: anunciaron inversiones compartidas, rompiendo una estructura nefasta que a los capitalinos castigó durante décadas.
Es cierto: pensándolo bien esto ha sido sólo el anuncio, y nada garantiza que las cosas se concreten. Pero el paso está dado.
Vale también quitar personalismo a la decisión. No pasa por Colombi y Ríos, bien pudo haber sido cualquier político, aunque por casualidad (o no) el nombre del Gobernador se repetiría constantemente.
Por eso se insiste en la trascendencia del hecho.
Bien puede tomarse como el inicio de un tiempo distinto. Y aunque el término puede tomarse políticamente para un sector, hay un cambio. Y se nota.
El desafío es que los protagonistas de la historia estén a la altura de las circunstancias. Será casi inevitable seguir de cerca actitudes y posicionamientos, para evitar fracasos estrepitosos.
"Hacemos un esfuerzo financiero muy grande para que estos convenios se concreten y encontremos salidas razonables para la Ciudad, conviviendo con un desarrollo urbanístico adecuado", expresó Fabián Ríos al referirse a los acuerdos alcanzados, que prevé obras para la urbanización de Santa Catalina, y también la devolución de la recaudación del alumbrado público a DPEC.
"Vamos a arrancar el 2016 con obras de trascendencia en ejecución", dijo con pleno optimismo.
A su turno Colombi agregó que los convenios firmados “son una muestra de la forma y el modo en que tenemos que seguir”, agregando que “no van a ser los únicos”.
“Hay que pensar a lo grande”, apuntó el mercedeño. Insisto en que me pellizquen…