Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Opinión del Lector

Educación, el futuro olvidado

Ricardo Braginski

Por Ricardo Braginski

Tras años de alta inflación los argentinos nos aferramos a la estabilidad económica. Pero empieza a verse una tendencia preocupante: muchos parecen verlo como el punto de llegada y no el de partida para lograr el desarrollo.

Tras décadas de alta (o altísima) inflación, los argentinos nos aferramos a una macroeconomía ordenada como si fuera la última botella de agua en el desierto.

Lo vemos a diario, en las conversaciones, pero surge también, de forma llamativa, en una encuesta de percepción sobre las expectativas para 2025 hecha entre los líderes de la industria del conocimiento, sector que reúne a empresas que van desde el desarrollo de aplicaciones hasta biotecnología, producción audiovisual o nanotecnología, entre otros.

El trabajo, distribuido por Argencon -la cámara que agrupa a esas compañías- muestra que el 86,2% de esas empresas coincide en que la gestión del Gobierno ha generado mejoras significativas en la resolución de los problemas estructurales de su sector.

Encuesta a líderes de empresas de la Industria del Conocimiento
Encuesta a líderes de empresas de la Industria del Conocimiento

La mayor expectativa se centra en la salida del cepo y la normalización del régimen cambiario, seguidos por la necesidad de mantener el descenso de la inflación, reducir la carga fiscal y avanzar con una reforma laboral que reduzca el costo del empleo.

Lo llamativo no está en estos cuatro ítems destacados, sino en lo lejos que quedaron otros como promover la capacitación en disciplinas tecnológicas y -más atrás aún- promover el estudio del inglés en los colegios.

Es llamativo porque un trabajo que había distribuido la misma Argencon en 2022 hacía énfasis en que la trabas que tenían para crecer era la falta de talento capacitado. Hacían referencia específicamente a la poca elección de carreras tecnológicas por parte de los jóvenes argentinos y la escasa formación en inglés.

“La brecha entre oferta y demanda laboral capacitada pasó a ser un factor crítico. El sistema educativo, que ha sido diferencial en el posicionamiento global del país, hoy presenta un sensible deterioro. Los bajos desempeños en las capacidades básicas de Lengua y sobre todo Matemática condicionan negativamente el futuro desarrollo de los jóvenes”, escribían por entonces.

El trabajo de Argencon se conoció la misma semana que, en la tradicional cena de Cippec, su directora ejecutiva Gala Díaz Langou resaltó la estabilidad macro conseguida, pero después señaló que para que el país avance en los próximos años se necesitará el motor del desarrollo.

Gala Díaz Langou, directora ejecutiva de Cippec
Gala Díaz Langou, directora ejecutiva de Cippec

Y que eso implica, entre otras cosas, asegurarnos de tener el talento humano: personas que sean buenas trabajando en equipo, que desarrollen pensamiento crítico, que sean innovadoras y que manejen varios idiomas. Habilidades que se construyen desde la primera infancia y que hoy no está consiguiendo el sistema educativo, dijo.

En el país ya no hay quién ponga en duda el valor de la estabilidad económica. Lo que viene, como debate, es si se trata efectivamente de la última botella del desierto, o si es el primer paso necesario, pero no suficiente, para lograr que la Argentina despegue.

Dejá tu opinión sobre este tema
'); }

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso