Autoridades judiciales y policiales portuguesas difundieron en las últimas horas, imágenes del secuestrador de Christian Schaerer quien junto a otros cuatro reclusos se evadieron del penal ubicado a 70 kilómetros de Lisboa, capital del país luso. España ejecuta controles en sus zonas de frontera con Portugal.
La Guardia Civil española blindó la frontera con Portugal en ciudades de la comunidad de Galicia que tienen límite internacional con el país luso ante la sospecha que esa zona haya sido utilizada como vía de escape por el argentino Ruso Lohrmann y los otros cuatro criminales que el sábado a la mañana escaparon de la prisión donde estaban alojados por diversos delitos.
Además del extremo control en puestos de frontera, las patrullas de la fuerza nacional española también ejecutan recorridas focalizadas en las ciudades de Pontevedra y Oruense, próximas al límite con la zona norte de Portugal.
Según detalló el portal La Voz de Galicia, el alerta sobre los fugitivos fue notificada a través de los Centros de Cooperación Policial y Aduanera (CCPA) hispano-portugueses. Los avisos llegaron también a Elvas (Badajoz), Fuentes de Oñoro (Salamanca), Ayamonte (Huelva) y Alcañices (Zamora).
Junto a Rodolfo José Lohrmann, más conocido como El Ruso, se escaparon otros cuatro delincuentes identificados como Fernando Ribeiro Ferreira (61) y Fábio Fernandes Santos Loureiro (40), ambos portugueses; Mark Cameron Roscaleer (39), británico; y Shergili Farjiani (33), georgiano.
Todos ellos estaban alojados en la cárcel de máxima seguridad Vale de Judeus, a unos 70 kilómetros de Lisboa, pero el sábado a la mañana escaparon al trepar los muros perimetrales de 7 metros de altura gracias a una escalera aportada desde el exterior.
Las autoridades penitenciarias y policiales de Portugal alertaron sobre la peligrosidad de los fugitivos, sobre quienes consideraron que “harán todo por seguir en libertad”, por lo que recomendaron que la ciudadanía se abstenga de interactuar con ellos o querer retenerlos.
Por las características de la fuga, los investigadores entienden que los evadidos cuentan con apoyo del crimen organizado, lo que equivale a tener acceso tanto a logística como dinero para comprar voluntades o arrendar los medios necesarios para ocultarse o transportarse.
Ruso Lohrmann, que en Argentina aún debe responder por el secuestro del joven correntino Christian Schaerer, cumplía en Portugal una pena de 18 años de prisión impuesta por asaltos armados.
El delincuente que supo ser uno de los más buscados de Sudamérica está preso en el país luso desde noviembre de 2016, aunque recién tres meses más tarde se confirmó su identidad mediante cotejo de huellas dactilares.
