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Sociedad

La Facultad de Veterinarias realizó jornadas de concientización sobre toxicidad de plantas, químicos y serpientes

Un equipo interdisciplinario de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE lleva adelante de manera silenciosa desde hace varios años una tarea de concientización y capacitación sobre la toxicidad de plantas que usualmente se tiene en los hogares, la mala disposición de químicos y solventes; además del manejo y tratamiento en caso de mordedura de serpientes en zonas periurbana y suburbana.

“Conozcamos los agentes tóxicos presentes en los hogares” es el nombre del proyecto de extensión de UNNE en el Medio que habilita a un grupo de extensionistas a recorrer jardines de infantes, colegios y profesorados de educación superior etc., enseñando entre otros temas cuáles son las plantas ornamentales tóxicas y el cuidado que se debe tener para evitar intoxicaciones, como así también, concientizar sobre la importancia de las serpientes y sapos en el ecosistema.

Este equipo interdisciplinario, conformado por Profesionales y alumnos de las carreras de Ciencias Veterinarias, Bioquímica y Licenciatura en Ciencias Biológicas, cuya directora es la Prof. Titular de la Catedra de Farmacología y Toxicología Dra. Pamela Teibler. se encuentra en la FCV-UNNE.

La nave insignia de estos extensionistas es el Centro Interactivo de Serpientes Venenosas de Argentina (CISVA). Definido como un espacio académico y científico. El centro lleva adelante programas de educación a la comunidad sobre las serpientes venenosas de la región: su correcta identificación, sintomatología, medidas preventivas y de primeros auxilios frente a un accidente ofídico.

“La Universidad cuenta con recurso humano valioso, capacitado en diversas áreas, recae en nosotros asumir el compromiso de capacitar a la población en estos temas que planteamos y consideramos importantes”, expresó la doctora Teibler.

¿A qué temas se refiere la directora del proyecto de extensión?

En todos los hogares como en las actividades diarias se está expuesto a los efectos de las diferentes sustancias químicas, solventes de limpieza, animales ponzoñosos y plantas tóxicas, los cuales, en mayor o menor medida, están presentes en el entorno.

En el interior de las viviendas se convive con productos de desinfección, insecticidas, de limpieza, cosméticos, ambientadores, plásticos de envoltorios, plantas ornamentales tóxicas, arañas, sapos, escorpiones y en algunos casos con serpientes. “Los niños y los cachorros son los más vulnerables frente a esas sustancias toxicas. Su conducta exploratoria innata, hace que se lo quieran llevar todo a la boca” explica la doctora Teibler.

Tampoco escapan a estos riesgos los adultos, que muchas veces desconocen las plantas toxicas que poseen en sus hogares, ¿algunas de ellas? las azaleas; lirios, monsteras o costilla de Adán, la cola de tigre, etc. “las plantas de lirio, que los alumnos de Veterinaria saben de su toxicidad extrema para un gato”.

“Hay reglamentos sobre determinadas plantas que no pueden existir en establecimientos educativos y jardines de infantes. Todas esas especies las mostramos en los recorridos que proponemos como actividad didáctica”.

Habitantes del Jardín

La concientización sobre los agentes tóxicos se extiende a cómo tratar los otros seres vivos que habitan un jardín y que son parte del ecosistema: arañas, sapos e incluso serpientes.

“El desconocimiento es el principal responsable de los accidentes”, plantea la doctora Teibler. De ahí la necesidad de conocer las especies que habitan esta región geográfica, cómo actuar ante la presencia de uno de estos animales y fundamentalmente NO MATARLAS.

El motivo es sencillo, todas cumplen un rol para el equilibro del ecosistema. Eliminar serpientes deriva en la proliferación de roedores. “Hay más muertes por enfermedades (como la Leptospirosis, Hantavirus, Fiebre hemorrágica Argentina, etc.) transmitidas, por contacto con polvo o alimentos contaminados con orina, saliva y heces de roedores infectados, que por mordeduras de serpientes”.

En cuanto a los sapos, son los perros, los animales más vulnerables, porque lo pueden morder y en respuesta defensiva puede expulsar una secreción lechosa blanquecina, la cual, al hacer contacto sobre ojos y boca del perro, es absorbida. “En algunos casos, esta secreción sólo tiene un mal sabor, pero en otro son muy tóxicas, incluso mortales”.

CISVA

El Centro Interactivo de Serpientes Venenosas de Argentina, funciona en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE. Es un espacio académico, científico en donde los alumnos de veterinaria aprenden todo lo relacionado a las serpientes, como ser, taxonomía, alimentación, reproducción, cuidados sanitarios.

Los alumnos avanzados de la carrera y a quienes les interesen los animales silvestres, tienen un lugar donde aprender actividades relacionadas al cuidado clínico de las serpientes, una actividad que puede ser vista como poco usual.

“En la Facultad se capacita para la atención y tratamiento de pequeños y grandes animales, pero puede ocurrir que un egresado tenga como destino profesional un centro de conservación. De ser así tienen que estar capacitados para administrar un antibiótico, un antiparasitario o una fluidoterapia a una serpiente. Son seres vivos que deben recibir tratamientos como cualquier otro animal”, explicó la doctora Teibler.

El centro no cumple función rescatista, pero en situaciones puntuales, donde reciben ejemplares de serpientes encontradas por la comunidad, realizan la evaluación clínicamente, clasificación taxonómica (género y especies), sexado, etc., luego son entregadas al Centro de Conservación Aguara, Ente encargado de reinsertarlas a su hábitat.

Caso especial merecen, dos ejemplares de serpientes (macho y hembra), que sobrevivieron a unos de los tantos incendios registrados en la localidad de Herlitzka, provincia de Corrientes en el verano del 2022. Fueron los dos únicos sobrevivientes de una familia numerosa. Llegaron a CISVA con quemaduras graves, pero gracias al tratamiento clínico y el cuidado recibido por los profesionales lograron salir adelante. El tiempo de convalecencia fue de 6 meses, razón por la cual no pudieron retornar a la vida silvestre, porque pasarían a ser presas fáciles de depredación.

Este proyecto de extensión ya logró la capacitación directa de 2000 personas e indirecta de 4000. La concientización de los “agentes tóxicos presentes en los hogares” ya llegó a: alumnos de escuelas del nivel primarias (sexto y séptimo grado) y secundarios (todos los años); jardines de infantes, carreras afines, profesorados, ciudadanía en general y vecinos de zonas suburbanas y rurales.

El equipo está disponible para asesorar a “todo aquel que, durante el desarrollo de este proyecto de extensión, requiera de nuestros conocimientos”.

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UNNE VETERINARIA PREVENCION CONCIENTIZACIÓN

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