Con una misa celebrada en la Catedral Nuestra Señora del Rosario, la feligresía de Goya celebró el 21° aniversario episcopal de su obispo emérito, monseñor Ricardo Oscar Faifer. En su homilía destacó sus “sentimientos que son de gratitud para con Dios, nuestro Señor, al Padre misericordioso, lleno de bondad, que me llamó” como tercer obispo de esta jurisdicción eclesial.
En su homilía, monseñor Ricardo Faifer, recordando el día de su ordenación episcopal, acontecida en el día de la Virgen de Guadalupe, valoró su protección durante estos años y expresó: “A ella me vuelvo a encomendar de todo corazón”.
“En el hecho de Guadalupe, nosotros podemos decir que Dios, atraves de su Madre bendita está entre nosotros. Ella vino a visitar a sus hijos para manifestar la ternura y la cercanía de Dios” destacó monseñor Faifer.
Al referirse a la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe enfatizó que “es una mujer joven y embarazada. Ella nos trae a Jesús siempre y, de hecho, este acontecimiento histórico hizo posible que se conociese su amor, la adhesión por la fe y el bautismo al Señor. La Virgen llena de la luz del Señor, nos ilumina con su presencia y su amor. Es la señal de Dios en medio de nosotros, que nos llena de vida, luz y alegría”.
Al reflexionar sobre el evangelio que relata la visita de la Virgen María a su parienta Isabel que estaba embarazada, dijo que “Que notable fue este acontecimiento. La Virgen sin buscarlo, sin quererlo, Dios ha pedido su consentimiento para que sea la Madre de su Hijo y, ya su Hijo en el seno de María, inmediatamente siente la necesidad de ir a ayudar a su parienta”.
“El hecho del encuentro de estas dos mujeres embarazadas, María e Isabel, hace que el niño que esperaba Isabel, salte de alegría ante la cercanía del Señor Jesús y es esto lo que siempre realiza la Virgen con su presencia, nos llena también de la presencia de Jesús, el Redentor”, subrayó.
Recordó el día de su consagración como tercer obispo de la Diócesis de Goya, que fue el 12 de diciembre de 2002, en el Día de la Virgen de Guadalupe, frente a la Catedral.
Monseñor Faifer en tal sentido señaló “mirando un poco hacia atrás toda mi vida, especialmente, mi vida como obispo, tengo que decir solamente ¡Gracias a Dios!, ha sido demasiado bondadoso y cercano conmigo, así como su Madre bendita”.
“Hoy -12 de diciembre- he recibido muchísimos mensajes que manifiestan el afecto, la cercanía y el amor de nuestra gente a quienes agradezco de corazón y, de alguna manera esto me confirma en la decisión que tuve en el mes de marzo a vivir mi última etapa de la vida, acá entre ustedes los goyanos” dijo el Obispo.
Encomendó su vida y ministerio a la Virgen de Guadalupe para que “sea fiel hasta el final” y reiteró su agradecimiento por las oraciones, animando “sigamos caminando juntos para anunciar como la Virgen María, la presencia luminosa de Jesús”, concluyó monseñor Ricardo Oscar Faifer.-