Una productora ganadera denunció el robo de 30 animales en su campo, en su presentación acusó a un comisario y a un subalterno, que entraron a su propiedad “para sacar evidencia” del robo. Es la misma zona donde robaron 100 cabezas de hacienda hace semanas atrás.
Mirta Niz, la propietaria de la estancia Rosa Guarú en Santo Tomé salió a denunciar públicamente una traumática situación que viene atravesando desde fines de abril pasado cuando se percató que le faltaban 24 animales vacunos y otras nueve cabezas de otro productor que pastoreaban en su campo. Ante tal situación, pretendió denunciar vanamente lo sucedido ante la Delegación de la Policía Rural e Islas (PRIAR) primeramente y luego lo hizo ante la Fiscalía de Instrucción.
La productora habría intentado vanamente que agentes del PRIAR la acompañaran a constatar que dentro de su propiedad había animales ajenos y que sus dueños ingresaban ilegalmente a sus tierras para depositarlas allí. Lo grave, de acuerdo a lo que manifiesta en su relato es que en ocasión que ella formulaba la denuncia en la Fiscalía, el Fiscal habría dado aviso el Jefe del PRIAR local para que mande a sacar los animales ajenos a la firma, dejándole sin la posibilidad de probar lo que denunciaba.
Un efectivo del PRIAR inclusive habría ingresado a la propiedad sin orden judicial para ayudar a sacar la hacienda. El Fiscal habría minimizado la cuestión sugiriendo que ella se auto robó. La productora señaló además que desde abril pasado cuando ocurrió todo lo señalado, ella se maneja con custodia por temor que le ocurra algo a ella y a su hijo. Sospecha connivencia policial y judicial con los presuntos autores de robo de ganado en toda la zona.
La ganadera contó a un canal de televisión de la capital provincial su drama, además del daño económico a su actividad. Estos hechos también fueron notificados y contados a las autoridades policiales de la Jefatura de Policía cuando viajaron a Santo Tomé, semanas atrás para interiorizarse de los reiterados robos de ganado a gran escala que hay en la zona.
“Curiosamente –contó la productora- cuando vienen las autoridades de la Policía desde Corrientes (capital), repiten como loros –policías de Santo Tomé- que si no hay denuncias no pueden actuar, porque solo pueden actuar con una orden judicial, cuando en realidad el comisario no nos quiere tomar las denuncias. Otro dato curioso es, si el comisario no tenía una orden judicial, ¿cómo mandó a su agente a ingresar sin permiso a mi campo para ayudar al otro productor a sacar su hacienda de mi propiedad? Ingresaron hasta al lado de la mayoría donde están los corrales donde estaban encerrados los animales ajenos para probar la veracidad de mi denuncia. Para ser claros, lo que le PRIAR hizo fue alertarlos y ayudarlos a sacar la hacienda de mi propiedad porque era la prueba de que lo que yo vengo denunciando era cierto, esa es la verdad. Sin embargo, como si esto fuera poco, cuando le planteo esta situación al comisario, descubro que el que le avisó que yo estaba radicando la denuncia y el que mandó a sacar los animales fue el propio Fiscal “Yo fui a mando del Fiscal”, me dijo el comisario en la reunión; entonces, cuando yo fui a hacer la denuncia el Fiscal le dio la orden al PRIAR a que vaya a sacar los animales ajenos para que no haya prueba de lo que yo estaba denunciando, y eso fue lo que sucedió”, subrayó.
La mujer también denuncio agresiones y rotura de vidrio de su camioneta por parte de personas cercanas a otros productores, al momento de todos los hechos narrados.
Zona caliente
Santo Tomé ubicada en la costa del Río Uruguay en la frontera con Brasil, es una de las llamadas zonas calientes donde hay un sistemático robo de ganado. El presidente de la Sociedad Rural de esa localidad habló de “mafias organizadas” y el gobernador cuando inauguró un destacamento de policía rural en un paraje de la localidad semanas atrás, les dijo a los ganaderos que ellos deben pagar su seguridad.
También en la misma zona se denunció la semana pasada el robo de 100 cabezas de ganado valuados en aproximadamente $10.000.000.