El obispo diocesano, monseñor Adolfo Canecin exhortó a unirse a la convocatoria realizada por el Papa Francisco,: "Un millón de niños rezan el rosario", en la que participarán este viernes 18 de octubre, niños de todo el mundo implorando el don de la paz en el mundo. "Recen el rosario y habrá paz" es el lema de esta jornada de oración mundial.
“Acogiendo esta iniciativa, me hago eco de esta invitación del Papa Francisco, convocando a todos los niños y niñas de la Catequesis, de la IAM (Infancia y Adolescencia Misionera), y a las familias, quiero invitar a todos a unirse en esta oración del Santo Rosario, en este mes de Octubre por la intención a la cual se nos convoca” dijo el obispo en audio mensaje que envió a todas las comunidades de la Diócesis de Goya, en adhesión a la iniciativa organizada por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada llama año tras año a millares de niños del mundo entero a rezar por la paz junto con otros niños. El lema de este año también vuelve a centrarse en la petición de María en Fátima.
“Si dos en la tierra se ponen de acuerdo y cuantos más si esos dos son niños y niñas, con esa actitud de confianza incondicional, como la expresión de la infancia espiritual de Santa Teresita del Niño Jesus, cuánto va a escuchar Dios esta oración” animo monseñor Adolfo Canecin.
Finalmente, expresó: “Como Pastor diocesano, acojo esta convocatoria e invitó a todos los niños y niñas de la Diócesis de Goya para participar en el rezo del Santo Rosario, por este octubre misionero, por la paz en el mundo y por todas las intenciones que tiene el Papa en su corazón y que tenemos todos por la familia humana, por la familia Iglesia”.
El significado de la campaña
A través de la campaña "Un millón de niños rezan el Rosario", se lee en un comunicado de la ACN, "aprendemos a poner nuestra confianza en la Virgen para que intervenga en favor de la Iglesia y de todos aquellos que no conocen el amor y la paz de Cristo". Educar a los más pequeños "en la fe y en la oración es fundamental", ya que "pueden convertirse en fuentes de evangelización para los demás, mientras que sus oraciones, nacidas de corazones confiados, atraen al Espíritu de Dios al mundo".