La ceremonia, que se desarrolló en un ambiente cargado de emotividad, contó con la presencia del intendente José Irigoyen y funcionarios de su gabinete.
Durante su mensaje, el padre Ariel hizo un repaso de lo que fueron estos 6 años en la ciudad y, en particular, destacó notables anécdotas y recuerdos de su servicio en la Parroquia como en las distintas capillas y centros de oración que están bajo su dependencia.
Fue una misa diferente en la que, además de adorar al Creador, se le brindó el merecido reconocimiento a su siervo que evangelizó entre nosotros con mucha pasión y dedicación.