El obispo diocesano, monseñor Adolfo Canecin, presidirá este martes la misa en la Catedral, a las 19.30 con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas, que se celebra cada 30 de julio. El pastor diocesano, hizo llegar a los medios de comunicación social un mensaje de La Comisión Episcopal para la Pastoral de Migrantes e Itinerantes (CEMI). Se invita a la feligresía a participar de la celebración eucarística, para rezar por la aparición de Loan Peña y la fortaleza de sus familiares.
Expresan la necesidad de caminar juntas, para "seguir construyendo una sociedad sin trata de personas, llevando la compasión del Evangelio en acciones que transformen a la humanidad".
"La recomendación del Papa es continuar por el camino de la educación, la prevención, la denuncia, la asistencia y la reinserción de las víctimas", recuerdan.
Por eso, se unen para "tomar conciencia, elevar la voz, clamar justicia y realizar líneas concretas de acción, para poner fin a la trata de personas".
"Exigimos hoy la aparición con vida de Loan Peña y de todos los niños y las niñas captados, desaparecidos, traficados y explotados por el delito de trata", concluyen.
TEXTO DEL MENSAJE
En mayo de este año, el Papa Francisco envió un mensaje a la Asamblea General de Talitha Kum, en Roma, en el que definió la trata de personas como "una de las plagas más terribles de nuestro tiempo". Francisco señala los conflictos, las grandes desigualdades e incluso el cambio climático como origen de este terrible delito que "se aprovecha de la vulnerabilidad de las personas obligadas a emigrar y de la condición de desigualdad en la que se encuentran especialmente las mujeres, las niñas y los niños".
En el 1° Encuentro Nacional de Pastorales contra la Trata y Tráfico de Personas, tomamos el desafío de continuar el caminar junto a las víctimas, escuchándolas, y al mismo tiempo, actuando contra la trata, "una actividad que no respeta y no mira a nadie a la cara, garantizando grandes beneficios a personas sin escrúpulos morales". Además, la trata "evoluciona constantemente y siempre encuentra nuevas formas de desarrollarse, como ocurrió durante la pandemia".
Por tanto, sentimos la necesidad de caminar juntos para seguir construyendo una sociedad sin trata de personas, llevando la compasión del Evangelio en acciones que transformen a la humanidad. Es bueno saber que hoy nuestro trabajo constituye una red capilar y global en nuestras instituciones, grupos y comunidades, que se convierten en espacios disponibles para las víctimas, sus familias y las colectividades más vulnerables.
Todos estos esfuerzos se han convertido también, con el paso del tiempo, en una fuerte llamada al compromiso y a la responsabilidad de los poderes nacionales, provinciales y locales, las fuerzas de seguridad y las organizaciones de la sociedad civil. La recomendación del Papa es continuar por el camino de la educación, la prevención, la denuncia, la asistencia y la reinserción de las víctimas.
Por eso, en este día nos unimos para tomar conciencia, elevar la voz, clamar justicia y realizar líneas concretas de acción para poner fin a la trata de personas. Especialmente, exigimos hoy la aparición con vida de Loan Peña y de todos los niños y las niñas captados, desaparecidos, traficados y explotados por el delito de trata.
