Con una misa en la Catedral de Goya, se conmemoró este sabado 2 de julio, el Día del Policía Federal caído en cumplimiento del deber. La celebración eucarística presidio el presbítero José Antonio Castillo, vicecanciller del obispado de Goya y asistieron los jefes de las fuerzas armadas y de seguridad, personal de la dependencia local.
La jefe de la delegación local de la Policía Federal, comisario Valeria Castillo, acompañó al personal policial junto a oficiales y personal subalterno, como así también, se destacó la participación de personal en situación de retiro.
Al recordar “a los hombres y mujeres policías federales que ofrendaron sus vidas en el cumplimiento de su sagrado deber. El mejor homenaje que podemos brindar, es cumpliendo fielmente el servicio que Dios nos encomendó a favor del bien común” expresó durante la homilía el sacerdote.
Destacó que “ellos caminaron juntos con nosotros y, en esta labor no tuvieron miedo de ofrecer sus vidas”.
Jesús nos dice “no hay mayor amor que dar la vida por sus amigos” y en esa línea “estamos llamados a dar la vida en todas las circunstancias o cosas, sino darnos nosotros mismos” planteó el padre José Castillo.
“Sabemos que la muerte no tiene la última palabra, precisamente, con la muerte comienza un nuevo tiempo, una nueva etapa que es el llamado a la vida eterna que nos hace Jesús.
“Hoy encomendamos a Jesús estos hermanos, para que sean recibidos en los brazos eternos del Padre, que puedan contemplar su rostro, ya en esa fase eterna donde no hay dolor ni sufrimiento, no hay tristeza porque ahí está la verdadera felicidad” subrayó.
A los familiares y camaradas que “Dios de la fortaleza para seguir peregrinando en este mundo, seguir adelante y luchando. Que ustedes sigan adelante cumpliendo con este noble servicio de la sociedad, breguen siempre por el cuidado de la vida de cada uno de los ciudadanos, esa, es la tarea que Dios les pide”.
Ánimo a los servidores: “Cuando la tristeza, el dolor y el cansancio quiere invadir sus vidas, recuerden que tienen una noble misión, que es custodiar la paz, la justicia y brindar seguridad a la comunidad de la que forman parte. Tenemos que ser constructores de fraternidad”.
Pedimos para sus almas “el descanso eterno, y para sus familiares, seres queridos y compañeros, el consuelo, la fortaleza y la paz" concluyó.
Estuvieron representantes del Ejército Argentino, de la Prefectura Naval Argentina, Policía de la Provincia de Corrientes y Bomberos Voluntarios.
