Ayer, llevaron colchones, alimentos y frazadas, pero detectaron varios parajes aislados y deben volver con canoas para asistirlos.
"Cayeron unos 260 milímetros y los arroyos y lagunas se desbordaron por completo. Los parajes Arroyo Pelón, Ramones, Garabatá y Empedrado Limpio tienen zonas donde están aislados, no se puede pasar por la cantidad de agua. Es impresionante", describió René Buján, intendente de San Luis del Palmar, en diálogo con República de Corrientes.
Tras una recorrida por las zonas rurales que llevó toda la jornada, el jefe comunal regresaba al pueblo ayer por la tarde. "Hay un río, el Empedrado, que cruza por la zona, y muchos arroyos confluyen ahí. Todo está desbordado.
Con algunos pobladores pudimos comunicarnos por teléfono y se acercaron hacia las rutas para poder entregarles alimentos, colchones y frazadas. Pero vamos a volver mañana, con canoas, para poder alcanzar a quienes están más lejos y no pueden salir. Hay escuelas y una capilla cubiertas de agua", describió.
Tras reportar el panorama a Defensa Civil de la Provincia y al regresar al pueblo, el intendente y su equipo se aprestaban ayer por la tarde a recorrer los centros que albergan a unas 30 familias evacuadas en el polideportivo municipal y el salón de usos múltiples.
"A primera hora, cuando fuimos a constatar, el Riachuelo había crecido otro poco. Esperamos que mañana (por hoy) alcance su pico máximo y luego comience a descender. La situación en el pueblo está controlada, pero siguen las autoevacuaciones de manera preventiva en los barrios ribereños", detalló.
"Se trata de familias que todavía no tienen sus viviendas alcanzadas por el agua. Pero como han tenido experiencias muy dramáticas en inundaciones anteriores, cuando lo perdieron todo, decidieron trasladarse con sus pertenencias de manera preventiva. Algunas van a casas de familiares o conocidos", explicó Buján.
Mientras tanto, el personal de la Secretaría de Obras Públicas de la Comuna continúa con las tareas de limpieza y mantenimiento de cunetas en los barrios de la localidad, para colaborar con el escurrimiento del agua acumulada en las calles del pueblo.
Del mismo modo, permanecen activas las guardias en la oficina de Defensa Civil municipal, en la calle Rivadavia esquina Empedrado de San Luis.
"Al interrumpirse las lluvias, esperamos que el agua acumulada en las secciones rurales vaya escurriendo.
Y entonces tenemos al menos otras 24 horas para esperar al pico máximo del Riachuelo. Quizá se deba evacuar a otras familias", aseguró Buján al final.
