Tienen más de 80 años y necesitan ser desmontados con urgencia y reparados. un informe de un vitralista advierte del daño que podría ocasionar si cayeran sobre alguna persona, además de la pérdida casi irreparable de una obra de arte histórica.
Desde abril de este año, distintos informes, gestiones, audiencias y advertencias por un posible desplome de al menos cuatro vitrales del Camarín de la Virgen, en el Santuario Basílica de Nuestra Señora de Itatí, no avanzan hacia una solución, sino que se demora la toma de decisiones para una intervención urgente.
En el interior del templo, en el primer piso está el Camarín de la Virgen, que con las características de una pequeña capilla es el lugar donde se ofician las misas diarias y se guardan los tesoros donados.
Ese espacio intimista posee un altar de mármol y una gran pintura mural, obra de Ulyses Tosi, que plasma el milagro de la música como de ángeles, escuchada en el templo de Gamarra en 1624; también tres bajorrelieves que representan el hallazgo de la virgen, la fundación del pueblo y la coronación.
Y además, hay diez vitrales ubicados en las escaleras del camarín que contienen a un lado las figuras de San Cirilo de Alejandría y San Bernardo, y al otro, la de Santo Domingo de Guzmán y el Papa Pío IX de la Inmaculada; se suman además los cuatro evangelistas San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan; y otros dos dedicados al Papa León XIII el de la coronación Pontificia y el primer obispo de Corrientes, Monseñor Luis Niella.
Son justamente cuatro de esos murales, con unos 80 años de vida, los que presentan un estado de avanzado deterioro, con riesgo serio de posible desplome.
El vitral de San Cirilo es el que necesita intervención con mayor urgencia.
El que advirtió de esta situación grave es el vitralista Martín Romero Villan, quien en una visita al Santuario en abril de este año, descubrió cómo algunos de los paneles de las estructura del vitral "están panceados".
Esos vitrales que tienen cientos de piezas de vidrios de colores importados de Europa y que ya no se consiguen, fueron realizados con la técnica de ensamble con varillas de plomo, sostienen toda la estructura y el peso del vidrio. "Esta técnica tiene una vida útil de 80 a 90 años, el material se ablanda y comienza a ceder como está ocurriendo", explicó el vitralista al ser consultado por NORTE de Corrientes.
Toda esta serie de vidriera policromada fue encargada a partir de 1938, cuando se iniciaron las obras de construcción del actual santuario, al taller de vitrales de Buenos Aires, "Estruch" perteneciente a un español, tercera generación de vitralistas, que se caracterizaba por este estilo de vitrales, los que fueron colocados a una altura de más de tres metros.
"El problema es que cuando se caiga -que puede ocurrir en cualquier momento- lo haga sobre la gente que esté de visita en el lugar, con los riesgos para la salud, pero también preocupa que ese trabajo es histórico, son verdaderas obras de arte que tienen inclusive declaración de Patrimonio histórico nacional y provincial y que deben ser preservadas, no esperar a que queden destruidos y luego lamentarse por la pérdida".
Martín Romero Villan, vitralista.
Según Romero Villan, de los cuatro que están en estado de avanzado deterioro, el de San Cirilo es el más grave y requiere una intervención casi inmediata. "Esto se hace una vez en la vida, cada 80 años, hay que mantener y preservar el patrimonio", dijo a la vez que explica que no ocurre lo mismo con los que están ubicados en los laterales del templo principal porque fueron realizados durante la década del `70, "todavía tiene 20 años por delante antes de necesitar un mantenimiento".
El inconveniente principal es que se necesita la autorización y el financiamiento para poder trabajar en ellos. Se debe desmontar y bajar el panel, volver a realizar las varillas de plomo y el ensamble, con los vidrios correspondientes, y eso -según el técnico- en abril cuando hizo la advertencia, tenía un costo de 3.000.000 de pesos cada uno.
Comentó a este diario, que se entrevistó con el párroco de la Basílica, con el Arzobispado, pero también con funcionarios para presentar el informe y advirtiendo lo que ocurre, "pero como tiene declaración de Patrimonio nacional y provincial, también hay que gestionarlo en esa área, el tema es que hasta donde pudo averiguar, no había nadie designado en el cargo, por lo que no se toman decisiones".
Todavía se está a tiempo para evitar una pérdida histórica, estos vitrales no se cayeron como sí parece que ocurrieron con otros del templo y que no pudieron ser reparados.
Martín Romero Villan es chaqueño, reside en Resistencia, hace 11 años que es vitralista, y que trabaja el vidrio en formar artística entre distintas técnicas, incluida la vitrofusión y el ensamble con varilla de plomo. También se dedica a la reparación y mantenimiento de vitrales en templos y edificios históricos de Chaco y Entre Ríos. Hizo cursos en Barcelona, México y Estados Unidos.
Despredimiento de cerámicos de la fachada, debido a los fuertes vientos.
CERÁMICOS DE LA FACHADA
En general, la estructura de la Basílica de Nuestra Señora de Itatí presenta serios problemas de filtraciones que deben ser atendidos con urgencia, y la novedad de los últimos días fue el desprendimiento de mosaicos de la fachada del Santuario, donde reza: "Basílica Nuestra Señora de Itatí", como consecuencia de fuertes vientos que se registraron en la zona durante la jornada del miércoles. Por esa razón, se resolvió clausurar el acceso principal al templo como precaución ante nuevos desprendimientos. (MM) Norte de Corrientes.
