Desaparecidos en combate

Trump ganó las elecciones de noviembre de forma contundente, pero obtuvo solo dos millones y medio de votos más que su rival. Los estados y ciudades de la mitad del país –la parte más próspera– siguen gobernados por los demócratas. Los daños que el presidente causa a diario a la economía, al funcionamiento del Gobierno, al imperio de la ley y a la reputación internacional de Estados Unidos deberían provocar una reacción que lo frenara. Lo previsible sería que, en el otoño de 2027, los demócratas ganasen las elecciones legislativas y convirtiesen a Trump en un \'pato cojo\', que encarase el final de su mandato sin grandes márgenes de actuación. Pero los demócratas siguen en \'shock\', desaparecidos en combate, y no conforman una oposición de contornos bien definidos. Para colmo, Hillary Clinton , la misma que llamó «deplorables» a los votantes de base republicanos y facilitó la primera victoria de Trump, publica artículos sobre «poder inteligente» (el configurado por sus ideas) frente a la estupidez del presidente y sus secuaces. Esta actitud de arrogancia y superioridad moral es el camino más seguro para que su partido no recupere la Casa Blanca en varias décadas.La hoja de ruta de los demócratas, con la que pueden ejercer una oposición eficaz, pasa por reconocer su enorme responsabilidad en la victoria de Trump, al dejar de forma irresponsable que Biden aspirase a un segundo mandato y solo sustituirlo en el último minuto por una candidata que se saltó las primarias y no llegó a definir su mensaje. Los excesos de las políticas de identidad y la ideología \'woke\' explican también el viento de cola de la candidatura republicana. Los demócratas deben orillar el radicalismo izquierdista, centrarse en la economía y hablar con esperanza de un futuro para todos los ciudadanos. Pero por ahora no han surgido nuevos portavoces que den respuesta al caos. A veces, a los demócratas se les podría aplicar la frase que dijo Abba Eban , ministro israelí de Exteriores, sobre los negociadores palestinos: «No pierden una ocasión de perder una ocasión».