Después de matar a un millar de palestinos desde que Benjamín Netanyahu decidiera romper de manera unilateral el acuerdo del alto el fuego el 18 de marzo, Israel dio un paso más y ordenó la evacuación de Rafah. El portavoz en árabe del Ejército, Avichay Adraee, dijo que los militares vuelven a la zona para «luchar con gran fuerza y eliminar las capacidades de las organizaciones terroristas». Hamás calificó esta orden de «grave escalada» en el conflicto. Joe Biden calificó en su día de «línea roja» la evacuación de Rafah, principal ciudad del sur de Gaza con casi 300.000 habitantes antes de la guerra, pero Israel no hizo caso entonces y repite estrategia. La mayor expulsión de civiles desde la ruptura del acuerdo llegó en plena fiesta de Eid, que marca el final del ramadán, y coincidió con el empeoramiento de la situación de Netanyahu con la Justicia de su país, que ordenó el arresto de dos de sus colaboradores más próximos por el bautizado como escándalo \'Qatargate\'. Las conversaciones para detener la guerra y retomar el intercambio de rehenes por presos palestinos quedaron eclipsadas por los movimientos de un Netanyahu que tiene también una guerra interna con el Shin Bet, organismo encargado de la seguridad nacional. Hace una semana el gobierno votó a favor de apartar de su puesto a Ron Bar y en las últimas horas los medios israelíes informaron de la elección de Eli Sharvit ex jefe de la Fuerza Naval, como su sustituto. El nombramiento está pendiente de la decisión del Tribunal Superior sobre el caso Bar, ya que suspendió la decisión adoptada por unanimidad en el ejecutivo. Sharvit no habla árabe y nunca ha estado involucrado en asuntos palestinos.Desde la oposición criticaron los movimientos del primer ministro y Avigdor Lieberman, ex ministro de Exteriores, señaló que el objetivo del líder del Likud es «distraer a los israelíes de las tres prioridades nacionales principales: el regreso de los rehenes, el establecimiento de una comisión estatal de investigación sobre el 7 de octubre y la aprobación de una ley de reclutamiento universal». Detenciones en el \'Qatargate\'Las «distracciones» de Netanyahu cuestan vidas en Gaza, al menos 80 en las últimas 4 horas, según el ministerio de Salud. Los escándalos de corrupción presionan a un líder político quien fue citado a declarar en la investigación en curso por el escándalo \'Qatargate\', justo cuando estaba tomando parte en una nueva sesión por su juicio penal por corrupción. La policía arrestó a Jonatan Urich y Eli Feldstein, altos asesores del primer ministro, por sus presuntos vínculos financieros ilícitos con Qatar. La investigación recoge que los dos israelíes recibieron dinero a cambio de crear una campaña favorable en medios israelíes hacia Qatar de cara al Mundial de Fútbol de 2022. Los sectores vinculados al gobierno en Israel son críticos con las autoridades de Doha y critican a los cuatro vientos su apoyo a Hamás, por lo que este vínculo de los asesores directos de Netanyahu con el país del Golfo supondría un duro golpe a su credibilidad. El Shin Bet fue el encargado de esta investigación bajo el mandato de Bar. Además de los bombardeos, el Ejército vuelve a operar por tierra y aseguró haber matado a 50 milicianos de Hamás y descubierto una nueva red de túneles cerca de Khan Younis. La presión militar a Hamás está acompañada de un bloqueo total por tierra, mar y aire, que impide la entrada de comida y medicinas a Gaza. Desde la ONU alertaron que sus reservas de ayuda humanitaria se agotarán en dos semanas. El bloqueo se extiende a la entrada de prensa internacional, sin acceso a la Franja desde el 7 de octubre de 2023.