Las protestas contra el nuevo gobierno y el Congreso de Perú se multiplicaron este domingo en el interior el país, donde rutas y aeropuertos fueron bloqueados, volvieron a chocar manifestantes y policías, y organizaciones sociales de una región llamaron a una huelga por tiempo indefinido a partir de este lunes, informó la prensa local.
Las manifestaciones se produjeron en varias ciudades del norte y el sur andino, por cuarto día consecutivo, en demanda de la liberación del expresidente Pedro Castillo, destituido el miércoles por el Congreso y desde entonces detenido en una unidad de la Policía Nacional, en Lima.
Miles de personas se movilizaron por calles de Cajamarca, Arequipa, Tacna, Andahuaylas, Huancayo, Cusco y Puno, entre otras regiones, según imágenes difundidas por televisoras locales, reportó la agencia de noticias AFP.
En Andahuaylas, donde las protestas dejaron esl sábado 16 civiles y cuatro policías heridos, se reanudaron los enfrentamientos entre manifestantes y uniformados. Los primeros atacaban con hondas y piedras, y las fuerzas del orden repelían con gases lacrimógenos.
En esa ciudad del departamento Apurímac, situada a unos 760 kilómetros al sudeste de Lima, permanecía cerrado el aeropuerto debido a diversos daños causados desde ayer por manifestantes, quienes aún mantenían como rehenes a un número no precisado de trabajadores y policías, informó la empresa operadora Corpac en un comunicado.
La Policía Nacional del Perú (PNP) informó que envió el sábado desde Lima un contingente de 150 efectivos con el objeto de restablecer el orden en Andahuaylas.
Asimismo, un grupo de organizaciones sociales de Apurímac se declaró en “insurgencia popular” y llamó a un paro por tiempo indefinido a partir de mañana en esa región, según el diario La República y la radio RPP. De Apurímac es oriunda la flamante presidenta de la república, Dina Boluarte.
En ese contexto, el gobierno regional declaró esta tarde en alerta amarilla al sector de salud, para garantizar la atención permanente, y suspendió "hasta nuevo aviso" las clases y demás actividades educativas, a fin de protegar la vida y la salud de los estudiantes, según la agencia Andina.
También quedó suspendida la atención al público en todas las oficinas institucionales, cuyo personal deberá trabajar de manera remota, excepto en los casos del sector de salud y de las oficinas encargadas de ejecutar el presupuesto y liquidar haberes.
Asimismo, el gobernador, Baltazar Lantarón, convocó a dirigentes y representantes de los diversos sectores sociales a una mesa de diálogo "a la brevedad posible".
Paralelamente, dos de las mayores empresas de viajes interurbanos en ómnibus anunciaron la suspensión de sus rutas desde Lima y Arequipa -la segunda ciudad del país, a unos 1.010 kilómetros al sudeste de la capital- hacia el sur de país, incluido el centro turístico de Cusco, debido a los abundantes bloqueos de vías.
Por otra parte, los autoridades regionales pidieron dialogar con Boluarte a fin de "mantener inversiones, proyectos, para distintos sectores como salud, educación, agricultura, transportes y otros", afirmó el gobernador de Cusco y presidente de la Asamblea Nacional de Gobernadores Regionales (ANGR), Jean Paul Benavente.
"Que se convoque a un diálogo nacional; creemos que la instancia más propicia es el Acuerdo Nacional, donde están diversas instituciones, trabajadores, sector privado, entre otros", dijo Benavente.
El Acuerdo Nacional es un espacio de diálogo y compromiso de políticas de Estado, conformado por los gobiernos nacional, regionales y locales, así como por partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil.