Trabajadores de los espacios públicos: vendedores ambulantes, cobradores de estacionamiento, cuidacoches, cuida motos, artesanos y artistas callejeros; reclamaron políticas públicas y reglas claras “para poder trabajar”. Se sumaron los puesteros del puerto capitalino que la semana próxima deben dejar ese espacio donde funcionan desde hace décadas. Una representante de los manifestantes fue recibida por funcionarios municipales quienes recibieron el petitorio: el mayor problema es la demora en la entrega de habilitaciones para poder trabajar en parques y paseos de la ciudad. “Queremos ser reconocidos como trabajadores de la economía popular”, remarcaron.
Este miércoles desde las 10 de la mañana en la plaza Vera sobre la Peatonal Junín en la ciudad de Corrientes, un millar de personas se concentraron y marcharon hacia la sede la Municipalidad capitalina.
Acompañados por las agrupaciones sociales: Movimiento Evita, Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), marcharon trabajadores informales que se desempeñan en varios rubros en diferentes zonas de la ciudad.
“Nos viven cambiando de lugares. Un fin de semana nos dicen vayan al Cambá Cuá, después nos dicen vayan a la costanera. Y a nosotros movernos todo el tiempo nos demanda gastos”, expresó Juan. El vendedor ambulante también remarcó lo que calificó como un “hostigamiento''. Cada tres meses nos piden renovar las habilitaciones”. Otro trabajador agregó el dramatismo diario “que tenemos que vivir. Andar escondiéndonos para poder trabajar porque nos demoran las habilitaciones. Necesitamos que nos reconozcan como trabajadores de la economía popular en la ciudad. Incluso unos abuelos que trabajan en el parque Cambá Cuá vendiendo copos de nieve, fueron sacados de ahí por la policía que acompaña a los inspectores municipales. Nos dicen que somos ilegales, lo que somos es: trabajadores informales de la economía popular en Corrientes. Justamente en esta época del año que más trabajamos, tenemos este tipo de problema con las habilitaciones y permisos”.
En los últimos días la gestión del intendente Eduardo Tassano abrió un frente de conflicto con los puesteros que están ubicados, desde hace más de dos décadas, en el puerto capitalino. La comuna los intimó para que abandonen ese lugar con un plazo hasta el próximo 19 de noviembre.
La promesa es darles una nueva ubicación sobre la avenida Pomar, ya que en dicha zona portuaria se harán obras para emprendimientos gastronómicos. Algo que no se sabe bien aún si será administrado por firmas privadas o la gestión municipal del radicalismo.
“Todo el año esperamos que llegue diciembre para hacer nuestras ventas y ahora nos echan. Ni siquiera se reunieron con nosotros para avanzar en este proyecto”, dijo Germán, uno de los puesteros del puerto.
La movilización se concentró frente a la municipalidad sobre calle 25 de mayo entre Mendoza y Córdoba. El próximo 16 de noviembre se presentará un proyecto de Ley Nacional para la regulación del trabajo en la economía popular en todo el país.