El testimonio del exsecretario general de Interpol puede poner en jaque la denuncia que realizó el exfiscal Alberto Nisman, en donde se afirmó que hubo un plan para encubrir a los acusados por el atentado a la AMIA.
El ex secretario general de Interpol, el norteamericano Ronald Noble, fue convocado a declarar el próximo 5 de octubre en un adelanto del juicio por el Memorándum de Entendimiento con Irán. Dos semanas después, el 19 de octubre, lo hará el francés Joël Sollier, ex responsable legal de Interpol. La cuestión es como repercutirán los testimonios: la lógica indica que, si mantienen lo que vienen diciendo desde hace cinco años, herirán de muerte la acusación. Ambas declaraciones -que se realizarán por videoconferencia- serán el anticipo de un juicio asombroso, que comenzaría a principios de 2021, en el que se pretende convertir en delito un tratado que, además, nunca entró en vigencia. La prueba más palpable de que se trata de un proceso político es que fueron citados a declarar todos los diputados y senadores que votaron a favor del Memorándum en el Congreso de la Nación. Es una convocatoria que seguramente no registra antecedentes a nivel mundial.
El Tribunal Oral Federal numero 8, conformado por María Gabriela López Iñiguez, José Michilini y Daniel Obligado tomó la decisión -como anticipó Página/12- de que los ex referentes de Interpol declaren en forma anticipada porque Noble y Sollier son personas en edad de riesgo, en el contexto de la epidemia de coronavirus. De esa manera aseguran su testimonio, que es decisivo, por cuanto ambos eran los responsables de las capturas con alertas rojas de Interpol y justamente la acusación es que se trató de beneficiar a los sospechosos iraníes de haber perpetrado el atentado contra la AMIA. Noble, que vive en Dubai, ha dicho reiteradamente que la acusación es falsa y lo sostuvo desde el principio, cuando el fiscal Alberto Nisman hizo la denuncia. En ese momento, en diálogo con este diario, Noble fue categórico: "la denuncia es falsa". Desde aquel 18 de enero de 2015, el ex funcionario, que fue jefe del Servicio Secreto de Estados Unidos, reiteró una y otra vez que ningún funcionario argentino -y menos que menos el fallecido canciller Héctor Timerman- hizo gestión alguna para que se levanten las alertas rojas. Noble contó, hasta por escrito, que ocurrió todo lo contrario: siempre los funcionarios del gobierno de CFK dejaron en claro que no había ninguna modificación en el status de las órdenes de captura, que además cualquier cambio era facultad de los jueces, no de los gobiernos.
Cambiemos, con el respaldo judicial y mediático, convirtió el caso del Memorándum en una punta de lanza contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y en especial contra Timerman, al punto de urdir junto al fallecido Claudio Bonadío, una acusación por traición a la Patria. La jugada fue acompañada por la derecha de la comunidad judía, con papel protagónico de la DAIA y dos familiares de víctimas de la AMIA alineados con la dirigencia. El expediente llevó a la detención del ex secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y los dirigentes Luis D'Elía y Fernando Esteche y Jorge Yussuf Khalil, referente de la comunidad islámica. La consecuencia más grave fue la que sufrió Timerman a quién Bonadío le prohibió la salida del país y luego Estados Unidos le canceló la visa, todo lo cual demoró su tratamiento contra el cáncer.
En un fallo de 173 páginas, el TOF 8 impuso las reglas del juicio: aceptó y rechazó testigos, aceptó y rechazó prueba. El total de testigos es 328, una cifra sideral, pero el interrogante es qué ocurrirá si Noble y Sollier confirman lo que vienen diciendo desde hace cinco años: que no hubo ninguna intentona de favorecer a los iraníes, sino que el tratado buscó una salida a lo que paralizaba la causa judicial. Es seguro que las defensas dirán que no puede haber juicio por inexistencia de delito y las querellas insistirán con que el juicio se haga. La palabra la tendrán el fiscal Marcelo Colombo y los magistrados.
El listado de testigos y pruebas aportadas exhibe el carácter político del juicio:
*Que se llame a declarar a los diputados y senadores que votaron a favor del Memorándum constituye un hito a nivel mundial. No se registra un caso igual.
*Se convocó a ex cancilleres, Rafael Bielsa y Jorge Taiana, y a decenas de funcionarios de la Cancillería de las distintas épocas.
*Se convocó hasta al canciller de Irán, Alí Akbar Salehi, al ex embajador de Teherán en la Argentina, Mohsen Baharvand, que habrá que ver si su gobierno les permite declarar.
*Cada parte convocó a políticos que los respaldan, por ejemplo la acusación a Elisa Carrió, a Graciela Ocaña, Miguel Angel Pichetto, Waldo Wolf y numerosos referentes que hoy están en la oposición. Del otro lado, la defensa citó a Agustín Rossi, Juan Manuel Abal Medina, Aníbal Fernández, Juliana Di Tullio, Diana Conti y muchísimos más.
*Aparece Axel Kicillof, seguramente por la supuesta trascendencia económica del tratado, y también Julio De Vido porque se decía falsamente que el Memorándum implicaba un acuerdo de importación de petróleo iraní.
*Figuran dos hombres de la SIDE, Horacio Antonio Stiuso y Francisco Larcher.
*Los líderes de los familiares de las víctimas, empezando por Diana Wassner, de Memoria Activa y Jorge Burstein.
*Figura Luis Moreno Ocampo que en algún momento fue representante de Noble.
*En la lista está Mario Cimadevilla que en forma reciente denunció a Mauricio Macri por encubrimiento.
Con mirada sana, el TOF 8 trató de alejar el juicio de la época electoral, pero la cantidad de testigos hace pensar en que el juicio durará muchísimo tiempo, o sea que atravesará todo el proceso electoral de 2021. La clave es saber como como repercutirán los testimonios de Noble y Sollier, que podrían herir de muerte la acusación.