La avioneta que fue hallada estrellada la semana pasada en Chaco –a unos 170 kilómetros del límite con Santa Fe– con casi 325 kilos de cocaína podía tener como destino la zona de Rosario para luego exportar la droga por vía marítima, saliendo por el río Paraná.
Así lo indicaron los investigadores, luego de constatar también que la aeronave caída en la localidad de Avia Terai había sido secuestrada hace dos meses en Bolivia, en el marco de una investigación narco, pero la Justicia de ese país, al no encontrar rastros de drogas tras una serie de peritajes,se la entregó nuevamente a sus dueños hace tres semanas.
El juez federal de la localidad chaqueña de Sáenz Peña, Ricardo Mianovich, sostuvo que “la hipótesis fuerte es que esto iba hacia otras provincias”. La sospecha de la Justicia argentina y también la Policía es que la droga pertenece a una banda transnacional que opera desde hace al menos dos años la ruta Bolivia-Paraguay-Argentina.
Por allí se transporta la cocaína que, luego, se trafica a Europa vía marítima a través de la hidrovía en Rosario y San Lorenzo, entre otras, detallaron fuentes ligadas a la causa.
Además, el viceministro de Sustancias Controladas boliviano, Jaime Mamani, confirmó en declaraciones a la prensa que tres personas fueron detenidas acusadas de mantener vinculaciones con la aeronave siniestrada, tras una serie de allanamientos realizados en el Aeropuerto El Trompillo, próximo a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y en el domicilio del presunto dueño de la avioneta, al que identificó como Nilo Limón Terrazas.
Las autoridades bolivianas lograron establecer los últimos movimientos de la avioneta Cessna 210, Turbo Centurion II, con matrícula boliviana CP-3123 de color roja y blanca, la cual cayó a tierra el pasado martes en una pista clandestina de la provincia de Chaco y en cuyo interior fueron hallados 324,500 kilos de cocaína en panes, que llevaban como logo identificatorio el dibujo de una mano abierta y el rostro de un hombre con barba.
“La marca que figura en los paquetes (la cara con barba y la mano) identificaría destinos que serían otras provincias o Europa. Cuando se abran los paquetes, se va a determinar la marca de adentro a qué cártel pertenecen o puede ser misma que está afuera”, explicó Mianovich.