Por Tona Galvaliz
“TODAS NUESTRAS EMOCIONES TIENEN UNA UTILIDAD Y UNA RAZON DE SER”
¿Qué saber para que las emociones no nos manejen y tomen nuestra voluntad de acción?
A modo de introducción es necesario comprender que el “Autodominio Emocional” consiste en adquirir la pericia y habilidad para realizar una elección consciente de nuestros estados de ánimo, en función de poder responder en la forma más eficaz y apropiada ante cada situación que se nos presente.
Y, para conseguir estados emocionales funcionales relacionados a la acción que queremos realizar debemos profundizar en dos aspectos imprescindibles:
1- La Conciencia Emocional compuesta por cuatro aspectos y 2- El Autodominio Emocional.
Conciencia Emocional es la capacidad de conocer y entender nuestras emociones y estados de ánimo, esta conciencia se da por un proceso acumulativo de autoconocimiento que se va realimentando permanentemente.
Al ser más conscientes de los “mecanismos” de pensamiento que desencadenan nuestras emociones, vamos descubriendo distinciones y sutilezas en nuestras conductas emocionales que se “repiten” de caras a las circunstancias; esta conciencia nos posibilita capitalizar experiencias y aprender de nuestros aciertos y errores.
4 aspectos de la Conciencia Emocional: Identificar lo que sentimos. Evaluar la funcionalidad de nuestros estados de ánimo. Responsabilizarnos de nuestra emocionalidad.
Identificar lo que sentimos: Muchas personas tienen la dificultad para conectar con sus emociones, por educación, por incapacidad, por desconocimiento; también hay quienes ven con malos ojos expresar sentimientos creando mecanismos de desconexión emocional.
El camino de crecimiento comienza desandando, desaprendiendo esos aprendizajes y poder registrar lo que se siente, poniéndole nombre y apellido, ej. siento angustia, me da bronca, me enoja, me da miedo etc.
Interpretar nuestras emociones: La emoción no es ni buena ni mala, ni está bien ni mal, simplemente es lo que nos está pasando. Darse cuenta, reconocer, advertir que interpretación le conferimos a los hechos, por sentir lo que se está sintiendo.
Saber que existe una estrecha relación entre la percepción, emoción, corporalidad y acción.
Percibir la incidencia de los mecanismos generados a partir de algún pensamiento y como en instantes estos pensamientos (conscientes o inconscientes) nos conduce a determinado estado emocional y corporal.
Discernir que nuestro cerebro no diferencia realidad de fantasía, la verdad de la mentira. Para el, todo es real y verdad.
Cada pensamiento dispara un tipo de emocionalidad; aquí el aprendizaje es identificar, y confirmar que pensamiento está disparando esa emoción. Administrar el poder que está en nuestra mente.
Evaluar la funcionalidad de nuestros estados de ánimo: Comprobar si un estado de ánimo es funcional o disfuncional, y que tan eficaz resulta a la hora de accionar o responder.
Responsabilizarnos de nuestra emocionalidad: Ejercer nuestro Poder Personal de intervenir en nuestros estados de ánimo, representa la capacidad de hacernos cargo por la propia emocionalidad, evitando culpar a otros Ej. por tu culpa estoy mal, me hiciste enojar, mi jefe me pone nervioso.
Afianzar y desarrollar el talento de Auto gestionarnos, hacernos responsables de lo que nos pasa y sentimos con lo que sucede; determinando si un estado de ánimo es funcional o disfuncional a los efectos de la eficacia de nuestras conductas.
Es a través del “Autoconocimiento” que ahondamos en nuestra conciencia emocional, facilitándonos el desarrollarnos y conseguir el Autodominio Emocional.
Las emociones se disparen en forma automática como respuesta inconsciente ante un hecho o situación; lo saludable es no dar rienda suelta, ni reprimir emociones disfuncionales que se disparan por las circunstancias.
Nuestra tarea es conocer nuestra emocionalidad adquiriendo las herramientas necesarias para salir de esos estados de ánimo disfuncionales, canalizando las emociones en forma efectiva, consiguiendo estados, emociones placenteras, que nos conduzcan a resultados satisfactorios y esperados.
Sabemos que sin querer entramos en estados y emociones poco funcionales, en pos de nuestros objetivos o acciones anheladas, pero podemos salir de ellas a voluntad con una adecuada gestión de inteligencia emocional.
Nuestra responsabilidad comienza cuando nos asumimos y hacemos cargo de nuestros estados emocionales aprendiendo a gestionarlos inteligente y conscientemente.
"TODO APRENDIZAJE TIENE UNA BASE EMOCIONAL”. Platón
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.