Por María Antonia Galvaliz
¿Sabías que el conocimiento de uno mismo nos permite mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con nuestro entorno? Bienestar que se da por un proceso de desarrollo personal, que a su vez está íntimamente relacionado con una adecuada inteligencia emocional.
¿Qué es el autoconocimiento? es el conocimiento de uno mismo, se trata de la capacidad de introspección que tiene una persona para conocer en profundidad sus emociones, cualidades, defectos, limitaciones, aficiones, fortalezas etcétera, promoviendo el crecimiento y expansión de la propia conciencia.
Se da por medio de un proceso reflexivo que permite ir recreando una identidad personal en la que la persona adquiere la noción de su yo, teniendo presente que este proceso tiene varias fases concatenadas:
1. Autopercepción: Es la definición de la actitud a partir del comportamiento de uno mismo. Es decir, la forma en la que nos percibimos a nosotros mismos debido a nuestro comportamiento y las circunstancias en las que sucede.
2. Autoobservación: Implica el reconocimiento de la persona a través de una serie de procesos.
Se observa el nivel motor ej: andar, comer, dormir, la comunicación con las demás personas, el nivel emocional, así como las respuestas psicofisiológicas ej: sudoración, latidos del corazón etc.
3. Memoria autobiográfica: Es la fase en la que se construye la historia biográfica de la persona, es eso qué nos contamos a nosotros de quienes somos, representa nuestro relato.
Relato que contiene todos los recuerdos de los eventos pasados en la vida. En la memoria se incluyen vagas descripciones, así como explicaciones detalladas de eventos en las que hay información sobre pensamientos, emociones y sensaciones experimentadas en aquel momento. Permite construir un sentimiento de identidad, es importante saber qué todo está historia qué nos contamos es dada por una subjetividad en la interpretación y significación de los hechos. En este sentido vale este postulado ontológico: “Las cosas no son cómo son, son cómo las observamos y observamos las cosas cómo somos” y muchas veces sufrimos por cómo interpretamos las cosas.
También en este punto de la memoria autográfica vale esta frase: “Del dicho al hecho hay mucho trecho”.
4. Autoestima: Es la valoración que la persona hace de sí misma, a través de una observación objetiva y de la aceptación de su identidad.
La autoestima nos indica si un individuo está conforme consigo mismo, y se trata de un concepto que limita la felicidad y potencial de una persona.
Se manifiesta de forma cambiante, modificándose a lo largo de la vida.
5. Autoaceptación: Se trata de la capacidad de aceptarse tal y como es uno mismo.
Es una forma de tomar consciencia desde una perspectiva positiva, de las virtudes y defectos sin creencias limitantes.
Conocerse favorece la aceptación de la realidad de forma positiva, posibilita gestionar frustraciones y estados de decepción, llegando a un estado de “paz mental” personal y situacional.
En esta búsqueda de autenticidad y auto aceptación, es posible liberarse de las expectativas que otros tienen de nosotros y alejarnos de la concepción de una identidad desacertada o fundada por comportamientos, recuerdos o expectativas que nos condicionan.
Para empezar a conocernos a nosotros mismos, podemos responder a preguntas como: ¿Quién soy, ¿Qué quiero, ¿Por qué lo quiero?
“¿Quién soy?”: Hace referencia a la persona en sí. Se trata de poner en valor tus capacidades, tu historia vital, tus sentimientos y emociones, tu personalidad.
Quizás para responder a esta pregunta puedes establecer tu “Línea de vida”, se trata de describir los acontecimientos vitales importantes en orden cronológico que te hayan sucedido.
A continuación, escribe qué fortalezas y debilidades tenías en cada uno de esos momentos.
“¿Qué quiero?”: Hace referencia a tus objetivos. Es habitual que el motivo de consulta por el que acude la persona a consulta no sea el objetivo principal. Por ello, es importante que establezcas unos objetivos realistas con los cuales te sientas satisfecho y puedas comprometerte con ellos.
“¿Por qué lo quiero?”: Ha referencia a los valores. Es decir, los valores te van a ayudar a establecer los objetivos en función de tu propio código moral. Van a dar sentido a tus metas y te van a permitir priorizar unas sobre otras.
Para ir cerrando la nota, el autoconocimiento es fundamental en nuestra vida y nos ayuda a:
Mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con el entorno ejerciendo un acertado auto-liderazgo. Conocer lo que queremos en la vida. Gestionar mejor nuestras emociones. Desarrollarnos personalmente. Tener un bienestar psicológico y espiritual. Ser asertivos. Poner límites sanos. Aceptar los aspectos que no nos gustan de nosotros mismos. Cuidar nuestro bienestar general. El autoconocimiento es un proceso complejo y multifactorial que implica: Saber cómo nos hablamos a nosotros mismos. Conocer nuestro lenguaje interior y pensamiento y modificarlos de ser necesario. Fijarnos en lo que dicen los sueños. Escuchar a nuestro cuerpo. Conocer nuestra historia vital. Reconocer nuestras fortalezas y desafíos. Vivir una vida en libertad, con sentido y propósito.
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.