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Opinión del Lector

¿Tienes claro cuál es el significado profundo de tu vida?

Tona Galvaliz

Por Tona Galvaliz

Posiblemente lo que ocasiona las crisis de los 40 o de los 50, es que de repente miras tu vida con cierta perspectiva y de repente te das cuenta que no te agrada donde estás, ni como estas, lamentando que no sea momo quisieras.

La mayoría de las personas viven sin plantearse cómo quisieran hallarse en la vida, menos aún, proyectarse como les gustaría verse en 5 o 10 años.

Si no cambiamos nada hoy, seguiremos en una situación muy similar dentro de 10 años venideros. Las personas que viven este tipo de experiencias de darse cuenta y despertar suelen replantearse por completo sus prioridades.

“No esperes a una crisis para recalcular”

Mientras hay vida, siempre es un buen momento para comenzar, y nunca es tarde cuando hay actitud, voluntad y propósito; es posible evitar o disminuir escenarios de insatisfacción, frustración con vacíos existenciales.

Todos debemos y podemos decidir nuestra vida, más allá de las circunstancias externas o de la edad.

¿Por qué llegar al límite de tocar fondo para replantearnos acerca de nuestras prioridades? ¿Por qué no establecer nuestro propio rumbo de forma consciente?

Para ello necesario que te anticipes, re definas tu visión y misión, de modo de torcer el rumbo insatisfactorio de vida en que vienes y poder llegar al destino deseado, planeado experimentando satisfacción.

Veamos; la visión es construida desde nuestra tierna infancia, y hace referencia a esa idea de “lo que representa y es el mundo para uno”, comprende aquello que consideramos que es conveniente, que funciona y lo que no; la visión entiende “el cómo deberían de ser las cosas”, es la noción de mundo ideal.

No todas las visiones son iguales en las personas, dependen de los valores, de la importancia y jerarquía que cada quien otorgue a esos valores.

Al mismo tiempo, por su parte en la infancia además advertimos de que no somos simples espectadores, que en nuestro interior “sentimos un llamado, una inclinación, un papel a desempeñar en el mundo”, eligiendo como influir, y desde que lugar aspirar ocupar; a esta manifestación existencial se la denomina la misión.

La visión se puede definir “El mundo que yo construiría si tuviese una varita mágica” y refleja nuestros valores y también determina nuestra misión.

Una visión seria, por ejemplo “Un mundo en paz, con personas alegres, formadas, comprometidas, responsables, generosas que colaboren para que en el mundo todos se sientan libres, realizados y felices”

Esta visión manifiesta los siguientes valores: paz, generosidad, responsabilidad, compromiso, conocimiento, superación, cooperación, libertad, alegría, felicidad, plenitud.

La misión se puede definir como “La razón de ser, lo que le da sentido a mi vida, lo que quiero hacer y hago mi aporte, contribución e influencia en el mundo, aquello con lo que me comprometo, el papel que me doy acorde a mis ideales y visión” (Relaciona lo que somos y queremos ser).

Una misión seria, por ejemplo: “Soy una persona generosa, coherente, respetuosa, abierta, y empatizo con los demás; busco armonía, concordia, persigo mi realización tanto en mi vida personal, familiar como profesional; contribuyo con el desarrollo humano y bienestar de los que me rodean”

¿Como encontrar nuestras motivaciones más profundas?

Dedicar un tiempo para tomar consciencia de cuáles son los valores con los que nos identificamos, aquellos principios fundamentales que nos movilizan.

Ayuda el conectar con nuestro corazón y escucharlo hablar; preguntarnos cosas como, por ejemplo, ¿si el rumbo del mundo dependiera de mis decisiones, de mis acciones, en donde haría foco?, ¿cuáles son los aspectos y cosas que me importan?, ¿de que me ocuparía, en que, en dónde?, ¿cómo, cuando y con quién?, ¿me gustaría dejar una huella contribuyendo con la humanidad?

La búsqueda de valores que te definen se consigue sintiendo más que pensando; puedes plasmar en un papel una lista de manera intuitiva, e identifica y escribe valores que realmente te importan, evocando tus elecciones y acciones recurrentes, decisiones que te movilizan cotidianamente, esas que preferís por sobre otras; respondiendo a la pregunta:

¿Qué es lo que me hace creer que soy…? -por ejemplo, libre, independiente, generoso, honesto, justo, responsable etc., analizando cada uno de los valores que te identifican, expresados en acciones concretas y cotidianas.

Por ejemplo, si renuncias a tu hora de ir a gimnasia por consolar a una amiga que te pido conversar porque necesita hablar y ser escuchada, sintiéndose no tan bien; y lo haces con gusto, comprenderás que la solidaridad, la compasión, la amistad, la generosidad, el altruismo son alguno de tus valores.

“El sentido de la vida es tener propósitos con valores, no cosas con valor.”

Te mando un beso inmenso TG.

IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.

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