Por Graciela Baduel
Más alla de la obvia "ganando/perdiendo por goleada", hay otras metáforas futbolísticas que definen nuestro presente amoroso.
Ya se sabe que el fútbol da para todo. Y Facebook también. Tener casi dos mil amigos (que son amigos de amigos de amigos, y de algunos no tengo ni media pista) a veces garpa. De un tiempo a esta parte se ha hecho costumbre tirar una pregunta para ver qué se contesta. Y puedo contestar sin ningún pudor o condicionamiento, porque casi que no conozco a los que participan.
Por ejemplo: ¿Cómo manejan sus vidas?”, o ¿En qué porcentaje dominan su idioma nativo?, ¿Vino, birra, faso o deporte? ¿Cuál es el signo ortográfico que menos te gusta? Algo así como una encuesta sin rigor científico, pero que suele traer al ruedo cosas ingeniosas e interesantes.
Eso pasó días atrás, cuando una de mis “amigas” desafió: ¿Cómo definirías tu situación sentimental en términos futbolísticos? Y hubo 50 respuestas distintas. A las obvias ganando/perdiendo por goleada, se sumaron decenas de posibilidades.
Las más trágicas: ¡Gol en contra!, La pelota no entra nunca, En offside, En mi equipo el DT no me quiere y no hay ofertas por mí; Fuera de juego, Sacando desde el mediocampo, 3 a 0 abajo y van 15 minutos del segundo tiempo; Expulsaron al arquero y al técnico, pierdo 6 a 0 y estoy a un gol de descender; Roja directa; Como Advíncula, expulsado a los 30 segundos; Colgado del travesaño, Revisión del VAR y expulsión, Siamo fuori de la copa.
Luego vienen aquellos que ni fu ni fa, no se sabe si porque colgaron los botines (¡cuac!) o porque no encuentran oportunidades de relacionarse con algún interés amoroso. Debo decir que en esta ocasión fueron los más, saquen ustedes sus conclusiones.
Dijeron: En este momento con la cancha vacía y muy mojada, no puedo jugar; Mirando desde el alambrado; Pibe alcanzapelotas; Lo miro por TV, Lesionado, seis meses sin jugar; Se reprograma el partido sin fecha, 0 a 0; Alentando desde la tribuna; Haciendo tiempo sin preocuparme por el resultado, Viviendo de glorias pasadas.
Los hay también esperanzados: Libre, con el pase en mi poder y esperando ofertas; En el entretiempo, Esperando el próximo campeonato, Tiro libre, En el banco, esperando a ver si me ponen, Rezando para que el técnico decida ponerme de titular, Todavía no cerró el mercado de pases.
Y despistados: ¿Justo ahora me vengo a acalambrar? ¿El partido era hoy? Me corren el arco. Otros describen situaciones puntuales como “Posición adelantada, Penal fuerte al medio, Golaaazooo, ¡Mano!, Buscando el pito para tocar y echarlo, La puse de taquito, Pegado a la raya, Jugando un amistoso, Un picadito cada tanto, Con el capitán en la cancha pero sin suplentes, A veces la pongo en el ángulo. Buen ensamble en mediocampo con una defensa segura.
“Siempre juego en primera”, saca pecho un señor. “Siempre ganamos”, escribe otro, incluyendo a su pareja; lo mismo que el que dice “Somos campeones de la liga”. Una dama asegura que “Hay equipo”. Por mi parte, “creo que me gané la Supercopa”. ¿Y ustedes?