La Secretaría de Energía de la Nación determinó la reducción del subsidio nacional para los usuarios residenciales Nivel 3 de 650 kwh a 400 kwh. Con esta nueva disposición de Nación, los usuarios pasarán a pagar tarifa plena sin subsidio nacional por el excedente de 400 kwh.
El sistema de electricidad se compone de tres tramos: primero la generación en las centrales termoeléctricas, hidroeléctricas, nucleares y renovables que compra la CAMMESA. El segundo tramo corresponde al de transporte, que está notoriamente concentrado, donde Transener ocupa un porcentaje casi absoluto del mercado con el 70%, TransBA (también perteneciente a Transener) el 10%, Distrocuyo el 5% y el resto se distribuye entre las restantes. Hasta acá los componentes subsidiados. De ahí pasa al tercer eslabón de la cadena, la distribución.
La distribución es jurisdicción de las provincias, y el segmento que corresponde a los aumentos tarifarios en todos los distritos.
Existen dos factores que marcan las asimetrías entre el AMBA y las provincias: el poblacional y el impositivo. El 40% del valor de una factura eléctrica corresponde a la generación y el transporte, y un 30% al VAD (Valor Agregado de Distribución).
En febrero, el Gobierno Nacional estableció un aumento del 151% para el precio mayorista de la energía eléctrica. En la provincia de Corrientes desde este mes de abril las facturaciones llegan con 100% y alcanzarán un máximo de 225% para mayo venidero. En el transcurso del año habrá más aumentos en la tarifa energética.
Mercado energético nacional
El Tesoro no hizo las transferencias de fondos durante los meses de enero y febrero. El ministro de Economía, Luis Caputo, tomó la determinación de reducir al máximo las transferencias de fondos, situación que comenzó a inquietar al sector eléctrico que se mantiene en funcionamiento hace más de una década gracias a los aportes del Tesoro.
El gobierno nacional pretende romper esa dependencia estatal y por ello anunció un fuerte aumento de tarifas eléctricas, trasladando el costo total a los usuarios. La transición hasta que comiencen a regir los nuevos valores tensionó al extremo al mercado, que opera en una situación de fragilidad, sin stock de reserva.
Todos los meses, el Tesoro Nacional venía aportando la diferencia de dinero entre lo que cuesta generar la electricidad y lo que pagan los usuarios residenciales de todo el país.
El vehículo para cubrir la brecha es CAMMESA, una compañía privada que está controlada por el Estado. La compañía recibía dinero del Tesoro y de las empresas de distribución eléctrica, y con ello pagaba el costo del transporte y la generación eléctrica.
Durante los meses de enero y febrero, CAMMESA no recibió asistencia del tesoro y comenzaron los problemas del sector.
La situación se volvió crítica porque coincidió con el agravamiento de otro desbalance del mercado, en el cual el Tesoro también solía intervenir con ayuda financiera.
Sucede que las empresas de distribución eléctrica no sólo se encargan de que cada hogar tenga energía eléctrica, sino también de emitir boletas, el mantenimiento de la infraestructura eléctrica (tendido eléctrico, transformadores, estaciones), el parque automotor necesario para el despliegue del trabajo territorial y pagar el sueldo de sus empleados, entre otras cosas.