La conducción que Máximo Kirchner ejerce en el Partido Justicialista (PJ) bonaerense genera rechazo en ciertos sectores internos de esa estructura. En algunos casos ese descontento ahora hace eclosión y, en otros, resurge con ímpetu renovado al calor de las consecuencias de la derrota electoral del año pasado, que dejó al justicialismo fuera del gobierno nacional.
Con fotos, charlas reservadas, movimientos de concejales y futuros lanzamientos de corrientes internas, algunos protagonistas de la dinámica peronista en la provincia de Buenos Aires se animan a mostrar una embrionaria construcción de alternativas para desafiar la conducción del diputado y jefe de La Cámpora. Los intendentes Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Jorge Ferraresi (Avellaneda), y el exjefe comunal de Hurlingham Juan Zabaleta se anotan en ese grupo que no comulga con el hijo de Cristina Kirchner.
Zabaleta ya tendió puentes con Gray y con Ferraresi. Cerca del jefe comunal de Esteban Echeverría lo consideran un dirigente “afín” con el que están “trabajando”. Gray planea lanzar su propia línea interna dentro del peronismo, alejada del kirchnerismo duro. En sus filas, prometen que discutirá en el PJ bonaerense y también en la Federación Argentina de Municipios (que preside el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza).
Ferraresi, que encadenó en los últimos días una multiplicidad de fotos con dirigentes peronistas, recibió a Zabaleta en Avellaneda, el 10 de enero. “Me encontré con el compañero Jorge Ferraresi, quien será, sin dudas, uno de los protagonistas de la etapa que se viene. El peronismo necesita debate y reconstrucción”, escribió el exintendente de Hurlingham y exministro de Desarrollo Social en su cuenta de la red social Facebook.
En el entorno de Zabaleta interpretan las jugadas de Ferraresi y Gray como parte de un mismo movimiento para armar “una corriente dentro del PJ provincial que va a dar el debate interno” porque “hay liderazgos agotados”. En cambio, fuentes ligadas a Gray opinan que con Ferraresi transitan carriles diferentes.
Al menos estos tres protagonistas de los movimientos veraniegos del PJ contra Máximo Kirchner guardan motivos particulares para confrontar con la línea camporista. El caso de Ferraresi es el que está más fresco. En Avellaneda, sostiene una sorda disputa con La Cámpora que se extiende a distritos vecinos. Está bastante enfrentado con La Cámpora, él responde más a Axel Kicillof. Dentro de su gabinete no tiene a nadie de La Cámpora y hay un enfrentamiento, pero no es público. Si bien los concejales de La Cámpora están en su bloque, hoy Ferraresi está yendo a combatir a la agrupación. Mandó a romper el bloque en Lanús donde gobierna el camporista Julián Álvarez y hay rumores de que quiere hacer romper el bloque en Quilmes.
En Lanús, la concejala Belén Berrueco, electa en las últimas elecciones desde la lista del intendente Álvarez, armó un bloque unipersonal. En el peronismo lanusense afirman que la salida fue “en buenos términos” y definen a Berrueco como una dirigente que “responde al armado regional” de Ferraresi. Pertenece a la agrupación “Eva Perón”, que conduce el intendente de Avellaneda. Un encuentro reciente de Ferraresi con un concejal del bloque peronista de Quilmes, Ariel Burtoli (secretario gremial del sindicato de guardavidas), activó rumores de una posible escisión en el bloque oficialista quilmeño, otro distrito gobernado por La Cámpora, pero el edil dijo que se mantiene en la bancada.
En el caso de Zabaleta, el enfrentamiento con La Cámpora fue por la intendencia de Hurlingham. El año pasado, la pelea derivó en una interna en la que el exjefe comunal perdió ante el camporista Damián Selci, que luego ganó la elección y se convirtió en el nuevo intendente. Los chispazos continúan. En un comunicado a fines de diciembre, Selci dijo que heredó de Zabaleta cuentas municipales en “extrema debilidad” y, en un mensaje en el que también le agradeció “al presidente del PJ de la provincia, Máximo Kirchner”, subrayó: “El gobernador Axel Kicillof nos ha otorgado los fondos para pagar sueldos y aguinaldos de los trabajadores municipales”.
Zabaleta respondió que el comunicado de Selci era “mentiroso y falaz”. Y sostuvo: “La Cámpora de Damián Selci se ha convertido en una máquina electoral que solo vive para la interna política y no para dedicarse a gobernar para los vecinos de Hurlingham”.
El enfrentamiento de Gray con Máximo Kirchner data de fines de 2020, cuando el intendente y por entonces vicepresidente del PJ bonaerense se opuso al desembarco del diputado en la presidencia del partido a nivel provincial, una disputa que judicializó y llevó hasta la Corte Suprema.
Con información de Noticias Urbanas